Ilia Galán

LA OTRA MIRADA

Ilia Galán

Poeta y filósofo


Sellos de nuestra tiranía

20/11/2022

El sátrapa mandó que fueran expulsados y luego severamente encarcelados, sufriendo el adecuado y oportuno maltrato al que sus esbirros les tenían acostumbrados; su delito era haber desagradado al tirano, que de argumentos había cambiado, sin estar ellos avisados. Demasiado tarde. Entonces el ministro, con su atuendo de grandes joyas y con grandes aspavientos se le acercó tímido y con extremo respeto para recordarle al oído: «Señor de todos los señores y Grandioso por encima de todos los grandes, tal vez convendría recordar que así pueden murmurar que contradecís vuestras propias leyes, pues los malditos a quienes dais digno castigo estaban amparados por un especial privilegio que vuestro sello les otorgó para que pudieran moverse y hablar con toda libertad. No querrían venir más embajadores y nos conviene tenerlos presentes. A no ser que primero cambien las legislaciones.» -«Pues..., cámbiense».- Dijo, y, aunque de modo retroactivo, hízose y fueron torturados hasta que dejaron el pellejo para llenarlo de paja y dar, a los demás, ejemplo. Las mentiras se cambiaron por otras nuevas, que tapaban en un lejano fondo todo resquicio verdadero.

Este caso, que bien podría ser el de un sultán otomano de los muchos, caprichosos, que padeció la Historia, se está dando en España pero de modo invertido. Los condenados son liberados cambiando las leyes, o eso pretende el Gobierno: las normas con las que se hicieron traidores a la patria por sedición, con las que malversaron los dineros de sus representados gastándolos en elecciones, cuando en realidad habría que aumentar las penas y que paguen de su bolsillo y hasta con trabajos forzados lo que derrochan, lo mucho que malversan nuestro dinero los políticos, el que nos arrebatan a través de los impuestos.

Mientras, se suspende cautelarmente desde la judicatura un sello que conmemoraba el centenario del Partido Comunista de España. Tampoco estaría bien celebrar con dinero público el «glorioso» comienzo del Partido Nacional Socialista. Ni PCE ni nazis son buenos ejemplos y esa conmemoración llevaría a alabar a quienes hicieron posibles cárceles donde torturaron y mataron a miles de españoles de ideas diferentes, a religiosos y obispos, falangistas, etc. Las checas son el otro lado de nuestra memoria histórica, como los fusilamientos de Paracuellos y algunos más que siguen horrorizándonos. Es injusto exaltar el régimen más asesino del siglo XX, con millones de muertos y atormentados en todo el mundo (desde Rusia a Cuba, desde China a Vietnam, Camboya o Angola y Corea del Norte), el modelo más extremo de represión nunca conocido, que inspiró 1984, de Orwell, y exterminó a los anarquistas... La administración pública ha de ser neutral, según nuestra ley, y el Parlamento Europeo condena la exaltación del comunismo, así como el fascismo.

El sátrapa se desvela como gobierno monstruoso, un Frankenstein de la política, dirigido por malvados o necios.