Dos décadas luchando contra las secuelas

Jaime Galán
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La Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de la región ha celebrado esta tarde una gala de premios por los 20 años de la entidad. Afectados, voluntarios o la propia Junta de Comunidades fueron algunos de los galardonados

Begoña Adeva, en el centro de la imagen, recogió el premio a la Persona Socia Comprometida como usuaria de Adace.

No luchas por algo hasta que te afecta directamente. Algo así ocurrió hace veinte años para que, de un modo u otro, naciera Adace (Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido) en Castilla-La Mancha. Así lo relató su presidenta, tanto regional como estatal, Ana Cabellos, durante la gala de premios que la Sala Thalía acogió esta tarde por las dos décadas de vida de esta entidad. Cabellos narró como un accidente en una familia mostró la carencia de recursos para actuar y favorecer la recuperación del paciente, en este caso de daño cerebral sobrevenido. Hecho doloroso que sirvió para que en 2002 Mari Carmen Cabellos creara esta asociación. «Ya no para ayudar a su hijo, sino a los demás» apuntó la actual presidenta ante los asistentes a la gala.

Para muchos, este tipo de enfermedad es desconocida, como bien recalcan desde Adace, pero recoge las secuelas que pueden ocasionar lesiones diversas en las estructuras cerebrales como por ejemplo ictus o tumores, entre muchas otras. Desde esta entidad trabajan por tanto para visibilizar estas secuelas, que pueden ser físicas, cognitivas o compormentales, «para que se conozcan y tanto los afectados como sus familias puedan tener apoyo desde el momento del accidente hasta el final de los días», señaló Ana Cabellos.

Para conseguir aumentar esos recursos, la asociación celebró estos premios en los que agradecieron «la voluntad política» que hizo posible el crecimiento de Adace. De hecho, uno de los ocho reconocimientos fue para Fernando Lamata, ex vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha y consejero de Sanidad durante los inicios de la asociación.Este recibió el premio 'Carmen Cabellos' por su «compromiso con la discapacidad».

Y es que la gala también tuvo toques políticos, porque tanto la presidenta Ana Cabellos como la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, recordaron los «obstáculos económicos» que sufrió Adace durante la legislatura del Partido Popular en la administración regional, reduciendo su presupuesto «de un millón a 600.000 euros», apuntó Cabellos. García Torijano destacó que las cuentas públicas actuales contemplan «un incremento presupuestario de un 70 por ciento adicional del que tenían en 2015», y esta calificó el recorte que sufrió Adace como «sangrante y no sobrevenido».

Al margen del premio que recibió Lamata, también se reconoció la labor de Begoña Adeva, usuaria de la asociación en Toledo, muy emocionada sobre el escenario; a la voluntaria Concepción García-Ochoa; a la Fundación ONCE o a la propia Junta de Comunidades, entre otros.

Un acto que sirvió para dar a entender que el sufrimiento de un paciente no acaba cuando sale vivo de un accidente, sino que «tras salvar su vida, merece seguir viviendo con dignidad», como bien destacó Ana Cabellos.