Una batalla que nunca defrauda

Redacción
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En una brillante batalla los cuatro órganos mayores, los tres realejos y el clave narraron con música los Milagros de la Virgen recogidos en las Cantigas, un tesoro literario y musical que nos dejó Alfonso X el Sabio

Una batalla que nunca defrauda

A partir del Concilio de Éfeso en el año 431, la proclamación dogmática de María como Madre de Dios promueve una producción literaria importantísima sobre los milagros de la Virgen, que culminará en los siglos XII y XIII con obras como los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo. Uno de los más importantes autores de estas colecciones fue el rey toledano Alfonso X el Sabio, que con sus libros de Cantigas aportó uno de los mayores tesoros literarios y musicales de nuestro país, muchos de los Milagros aquí recopilados se produjeron en Toledo, empezando por la imposición de la Casulla a San Ildefonso. Este fue el marco histórico y cultural en el que se desarrolló esta tarde la primera de las tres batalla de órganos programados en el Festival de Musica 'El Greco en Toledo', que volvió a rendir homenaje al rey toledano en el cierre del VIII aniversario de su nacimiento.

Una batalla que nunca defrauda
Una batalla que nunca defrauda

En una brillante batalla los cuatro órganos mayores, los tres realejos y el clave narraron con música estos milagros, como hacían los segreles gallegos y trovadores que conoció el joven Alfonso en su niñez .Los organistas que participaron son conocidos por el público toledano. Juntos han compartido experiencia musical en la Catedral de Toledo en anteriores ediciones por lo que forman ya un equipo compacto que se complementa. Los organistas procedentes de Valencia, Pablo Márquez y Atsuko Takano volvieron a demostrar que son un ejemplo de rigurosidad con las fuentes musicales sabiendo otorgarles su percepción propia. Se uneió a ellos el italiano Carlo María Barile firme defensor de arriesgar en las improvisaciones empleando todos los recursos sonoros que aportan los órganos. Completó el grupo Juan José Montero, responsable de configurar cada concierto. El director del festival es el máximo conocedor de la riqueza patrimonial de su ciudad.