Apenas unas horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtiese de que Moscú aún no ha empezado «nada serio» en Ucrania, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, siguió ayer esa misma línea y subrayó que Rusia solo ha implicado una pequeña parte de su potencial bélico en la ofensiva sobre su vecino. «El jefe de Estado se refirió a las declaraciones de Occidente y Kiev, de que buscarán la victoria en el campo de batalla. Putin recordó que se trata de potenciales totalmente incomparables. El potencial de Rusia es tan grande que solo una parte insignificante participa en la operación militar especial», declaró, reivindicando el mensaje de que todavía no se ha iniciado «nada serio» en la guerra que comenzó el pasado 24 de febrero y que ha causado miles de muertos y millones de desplazados.
Según Peskov, el potencial del Ejército ruso torna «absurdas todas las declaraciones de Occidente». «Solo añaden penurias al pueblo ucraniano», afirmó.
El pasado jueves, el presidente arremetió contra Occidente y afirmó que Moscú no tiene la culpa del conflicto armado. «Hoy oímos que quieren vencernos en el campo de batalla. Qué se puede decir, pues que lo intenten. Hemos oído muchas veces que Occidente quiere combatir con nosotros hasta el último ucraniano. Esto es una tragedia para el pueblo, pero parece que todo apunta a eso», sostuvo.
Esas palabras, a juicio del Gobierno de Kiev, son «una prueba más de genocidio deliberado». «No hay ningún plan colectivo de Occidente. Solo un Ejército Z específico que entró en la Ucrania soberana, bombardeando ciudades y matando a civiles. Todo lo demás es una propaganda primitiva», aseguró Mijailo Podolyak, asesor del jefe de la Oficina del Presidente.
Abucheos
Por otro lado, la tensión internacional volvió a vivirse ayer en la cumbre del G20 que se celebra en Bali, donde el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, abandonó la cita antes de lo previsto por el abucheo de sus colegas.
Lavorv denunció que la comunidad occidental está intentando poner fin a la guerra de Ucrania «en el campo de batalla» en lugar de alimentar la opción de una solución negociada, como está intentando el Kremlin tanto en sus propósitos de diálogo político sobre el conflicto como en otros ámbitos dependientes del mismo , sobre todo el desbloqueo de las exportaciones de grano ucraniano.
En este sentido, el ministro ucraniano de Exteriores, Dimitro Kuleba, remarcó que el lugar de Rusia está en el Tribunal Penal Internacional y no en foros a nivel global.