El alcalde de Los Navalucillos, José Ángel Pérez, observa diariamente que el 50 por ciento del agua de la captación municipal se escapa sin aportar un provecho a los vecinos. Lo mismo ocurre en la Mancomunidad del Pusa, sin un porcentaje preciso. Por eso, reclaman a los vecinos que llenen estos días las piscinas privadas en vez de a finales de junio, como ocurre normalmente. La bonanza será breve, y probablemente, vuelvan los problemas de suministro frecuentes durante los veranos.

El alcalde de Torrecilla de la Jara, Carlos Martín, y el de Los Navalucillos publicaron el día 4 un mensaje similar en el que pedían a los vecinos que llenaran los vasos de sus viviendas por el excedente de agua a causa de las últimas lluvias. «No hay manera de reservar el agua», lamenta por las limitaciones de las infraestructuras el alcalde de Torrecilla, una de las 10 localidades con derecho de captación en la Mancomunidad del Pusa.

Desde finales de abril, los depósitos de esta localidad de unos 130 vecinos expulsan agua por el exceso de reservas. «Es una medida sensata y razonable», subraya por la petición del llenado de las piscinas, que ha surtido efecto en el pueblo.

La Jara llena ya las piscinas por el exceso temporal de aguaTorrecilla, como otros pueblos, dan respuesta a duras penas a la demanda sobresaliente de los propietarios que aterrizan a finales de junio para pasar las vacaciones. Y ahí empiezan los problemas de reservas.

La Mancomunidad del Pusa está formada por San Martín de Pusa, Los Navalmorales, Retamoso de la Jara, Malpica de Tajo, La Pueblanueva, San Bartolomé de las Abiertas, Espinoso del Rey, Villarejo de Montalbán, Torrecilla de la Jara (no así la pedanía de La Fresneda, que se nutre del Gévalo) y Santa Ana de Pusa. Unos, principalmente los más pequeños, dependen de esta captación, pero Malpica de Tajo, La Pueblanueva o Los Navalmorales tienen este recurso como secundario.

«El nivel de la presa está completamente lleno», explica el presidente de la mancomunidad y alcalde de San Martín de Pusa, Alberto Lucero. Corre el agua por el cauce del río. «No se puede sujetar ni almacenar», resalta satisfecho por la abundancia actual, circunstancia extraordinaria en estos últimos años de carestía.

Lucero indicó que iba a recomendar ya a los ayuntamientos que pidan a los vecinos que llenen las piscinas para intentar estar relajados en verano. «Al haber bastantes más habitantes, la presa baja considerablemente», señala sobre lo que espera desde finales de junio. «Espero que tengamos un buen verano y no se agote como otros años», confía.

E incluso después del verano. La Mancomunidad del Pusa difundió en octubre pasado una advertencia a los más de 8.000 vecinos de las 10 localidades para que limitaran el consumo a lo esencial ante la carestía de las reservas en la presa, localizada en el término de Los Navalucillos. «Se encuentra en un estado prácticamente de agotamiento», señalaba entonces Lucero, que llamaba a un uso moderado del agua para las tareas más esenciales.

En octubre de 2020, Lucero mantenía vigente la recomendación de no usar el recurso para cocinar ni para el consumo humano por el mal aspecto del agua; presentaba mal aspecto y niveles anómalos de hierro.

desde 'el chorro'. El alcalde de Navalucillos, por su parte, confirma que los vecinos cumplen con la sugerencia municipal y llenan los vasos estos días, favorecido también porque muchos llegaron al municipio para celebrar la reciente 'Fiesta del Ausente'.

El Ayuntamiento capta el agua desde el conocido paraje de 'El Chorro'. Estos días, tiene que dejar escapar el 50 por ciento del agua entrante; otros años, el problema de reservas empezaba en mayo. «Nunca había visto tanta agua en 'El Guindillo'», dice de la captación municipal secundaria.

No obstante, el Ayuntamiento se prepara pàra la sequía y añadirá una captación más en el paraje de 'El Chorro'. En la pedanía de Los Alares, por ejemplo, han construido este año un pozo que proporciona 5.000 litros cada hora, suficiente para resolver los problemas de abastecimiento del verano pasado.