La sociedad debe un «reconocimiento» a los ingenieros de Caminos. Yel vicealcalde de Toledo, José Pablo Sabrido, explica los motivos. «Es una profesión vinculada al progreso y al desarrollo de los pueblos. Difícilmente podríamos justificar el desarrollo de cualquier sociedad  sin la ingeniería, que nos ha permitido avanzar de una manera brutal».

El también concejal de Urbanismo hacía estas declaraciones con motivo de la inauguración de la exposición ‘La Ingeniería de Caminos y Castilla-La Mancha’. A través de 18 paneles instalados en la plaza de Amador de los Ríos, la Demarcación de Castilla-La Mancha del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos  propone un recorrido por las diferentes aportaciones, tanto históricas como actuales, que los ingenieros de caminos han realizado a la sociedad castellano-manchega a lo largo de los años y que han beneficiado, de una manera u otra, a modernizar la región. La muestra, que se inauguró ayer coincidiendo con la celebración de Santo Domingo de la Calzada, patrón de los ingenieros de Caminos, permanecerá sobre los restos de las termas romanas, hasta el próximo 24 de mayo.

Esta iniciativa, que también quiere aportar su granito de arena en la revitalización del Casco histórico de Toledo, muestra la aportación de los ingenieros de caminos en áreas tan fundamentales para la sociedad actual como la construcción de carreteras, el desarrollo de las vías de ferrocarril, construcción de infraestructuras, la ordenación del territorio, urbanismo, la logística, el tratamiento de aguas, las energías renovables o la economía circular. En los diversos paneles se puede contemplar fotografías de la inauguración de la estación de tren de Toledo, del puente atirantado de la Talavera o del puente de La Vicaría en el embalse de la Fuensanta, de la planta de tratamiento de residuos sólidos del ecoparque de  Toledo o del carril ciclopeatonal de Seseña.  

Por su parte el decano de la Demarcación de Castilla-La Mancha del Colegio de Ingenieros de Caminos, Víctor Cuéllar, defendió el «carácter esencial» del trabajo realizado por sus ‘colegas’ de profesión durante la pandemia.

«Qué hubiera pasado durante el confinamiento duro si hubiésemos tenido problemas de abastecimiento de agua o de suministro eléctrico», se preguntó Cuéllar, quien explicó que la exposición es también un homenaje a todos los compañeros que durante la pandemia ha asegurado el mantenimiento de los servicios básicos de las ciudades y de los pequeños municipios».

El decano, que recordó que los ingenieros de Caminos, son «ordenadores del territorio», espera que la muestra sirva para que la «ciudadanía conozca nuestra profesión y que reflexione sobre el beneficio social y la innovación tecnológica que hay detrás de las grandes infraestructuras».

Víctor Cuéllar también hizo referencia al «camino de futuro» que abrirán los fondos europeos para la reconstrucción que recibirá España y que, sin duda, supondrán una «oportunidad» para la profesión. «Muchas de las obras de ingeniería que aparecen plasmadas en los paneles se ejecutaron gracias a los fondos FEDER. En aquellos momentos la sociedad española lo hizo bastante bien, porque sirvieron para sacar a España y a la región de una zona oscura», subrayó.

En este sentido, Cuéllar consideró que en esta etapa postCovid los ingenieros de Caminos pueden ayudar con obras y proyectos que contribuyan a «este peregrinaje de transformación y de modernización de nuestro tejido productivo».