El entrenador del CF Talavera, Rubén Gala, indicó, tras el 0-2 encajado por su equipo ante el Rayo Majadahonda, en referencia a su continuidad, que «tengo la cabeza bien alta»; además, «el club sabe el trabajo que hay y es el que toma la decisión». Por tanto, «si me tienen que despedir, lo debo asumir como trabajador del club». Ahora bien, puso de relieve que «tengo clarísimo que me quedaré aquí y si me tengo que ir, lo haré con la cabeza alta».
Sobre el partido, que supuso la séptima derrota consecutiva, indicó que «en estas categorías de un nivel profesional son determinantes las áreas». Y como en ocasiones anteriores «hemos hecho todo para ganar; el equipo ha estado fenomenal en la primera parte con ocasiones muy claras»; pero se ha vuelto a repetir que «en la primera acción que tiene el rival, nos hacen en este caso un golazo por toda la escuadra en el que no podemos hacer nada».
Reconoció que en el segundo periodo, «ellos empiezan mejor y, en una acción a balón parado, nos hacen el 0-2». El CF Talavera tuvo sus opciones para tener esperanzas de empate, pero los blanquiazules carecieron de acierto. En definitiva, «las áreas nos han hecho perder el partido».
Por el club y la afición. No hay espacio para la frustración, sino que «hay que seguir porque si me vengo abajo, mal iríamos». Dejó muy claro que «tengo la cabeza bien alta porque sé que el equipo está haciendo las cosas bien». Está convencido de que «la victoria tiene que llegar y esperemos que sea el miércoles (ante el Mérida) porque el equipo lo necesita y el club y la afición se lo merecen».
Precisamente, en cuanto al estado anímico, admitió que tras encajar el 0-2 «el equipo ha pegado un bajón porque es un golpe duro».
De todas formas, hay que tener en cuenta que este plantel estaba destinado para Segunda Federación. Ante esto, Gala ensalza a su escuadra: «El equipo compite y es cierto que la plantilla estaba diseñada para otra categoría, pero eso no importa». Junto a esto, recalcó que «no puedo pedir más a mis jugadores porque estoy siendo muy exigente con ellos». Y, eso sí, «no podemos bajar los brazos en ningún momento, sino que hay que apretar más hasta conseguir esa victoria».
Por otro lado la afición apoya al equipo, aunque empiezan a alzarse voces que exigen resultados, pero en general el respaldo es total a la escuadra blanquiazul. Gala expresó su agradecimiento y «no solo en el estadio, sino en el día a día porque me demuestran su apoyo y no es fácil». Ahora es perfectamente consciente de que «el fútbol son resultados y estamos haciendo méritos para ganar».
Desde luego, el ascenso a Primera Federación se acogió con mucha ilusión, pero viendo los resultados, la categoría pesa: «Es un dardo envenenado, pero para nosotros es un regalo». Y, por ello, «tenemos que luchar hasta el final y tirar para arriba hasta donde lleguemos». Además, «queda un mundo y casi cien punto por disputar, con lo que aquí no puede bajar los brazos ni Dios», quiso resaltar.