El alcalde de Layos, Rafael García-Patos, se enteró de la llegada de 50 ucranianos cuando las familias habían aterrizado en este municipio de Los Montes de Toledo. Fue a finales de abril cuando Cruz Roja encabezó el hospedaje de los huidos de la invasión rusa en el hotel de cuatro estrellas.

Así lo explica el alcalde, quien deja claro que los 800 vecinos se han volcado con este medio centenar de ucranianos, mayoritariamente mujeres y niños. El Ayuntamiento publicaba el pasado 22 de abril un mensaje en los canales de difusión propios para pedir la colaboración en la recogida de ropa y juguetes para los refugiados. «En Layos, tienen todo lo que quieren, y más», indicaba por la respuesta del municipio.

El Ayuntamiento habilitó en horario de atención al público la recogida del material para «contribuir a que la estancia de este grupo de refugiados sea lo más amena y agradable posible dentro de la situación que viven».

El alcalde salió emocionado tras acercarse al hotel donde están alojadas estas familias; consiguió hablar con una de las mujeres, que chapurrea el español. «Están muy agradecidas, pero con intranquilidad», apunta el alcalde por la preocupación por sus allegados en Ucrania.

El medio centenar de ucranianos llegó en autobús a este municipio localizado a unos 10 kilómetros de la ciudad de Toledo y cuenta con la supervisión del Gobierno de España. Dos integrantes de Cruz Roja permanecen junto a estas familias.

Estas familias ucranianas se han incorporado rápidamente a la vida diaria del municipio; tanto, que parte de los aproximadamente 20 niños que han aterrizado en Layos acuden ya a las clases del colegio público.

Los ayuntamientos y vecinos de la provincia se han volcado desde finales de febrero en la ayuda a los huidos de la invasión rusa. Los propios compatriotas que residen en las localidades de Toledo encabezaron desde el principio el envío de material con destino a Ucrania y a los refugiados en las fronteras.

A principios de abril, más de 200 ucranianos habían llegado a la provincia, según los registros oficiales, buena parte de ellos a la ciudad de Toledo. Se trata de los datos de los viajes programados y ordenados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; al margen de los efectuados por la vía informal, mediante familiares, amigos o iniciativas solidarias no regladas.