Mañana de solidaridad y toros en Toledo

Mario Gómez / TOLEDO
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La plaza de toros de Toledo acogió el I Certamen Internacional de Escuelas Taurinas en la que se vio buen nivel de novillos y novilleros

Actuaron alumnos de la E.T. de Toledo, Arles, Béziers y Vila Franca de Xira; a beneficio del Banco de Alimentos. - Foto: L.T.

No es mal plan poner un sábado a las 12 del medio día una clase práctica de la Escuela Taurina de Toledo. Más si cabe, cuando la temporada taurina ya ha tocado a su fin. Además la percha del I Certamen Internacional de Escuelas era un estímulo que remaba a favor del trasfondo solidario de la cita en favor del Banco de Alimentos de Toledo.

Solidaridad a raudales del millar y medio de toledanos que poblaron los tendidos, en su mayoría de sol, para ver a seis promesas de la novillería actual.

El primer animal de la mañana fue para el novillero arlésiens Fabien Castellani. Un animal bravo y noble del hierro de Sagrario Moreno, que fue premiado con la vuelta al ruedo, ante el que el francés mostró sus dotes y cualidades, las de un novillero muy hecho que vio la oportunidad de Toledo para reivindicarse en un escenario mayor. La faena tuvo alto calado desde el comienzo, alternando ambos pitones hasta incluso echarse de rodillas. Mató de estocada entera y paseó dos orejas.

El segundo novillo, del Conde de Mayalde, tocó en suerte al novillero de Béziers Lenny Martin. Un animal noble que lo hizo bien en las telas del francés, así como en las de Gonçalo Alves en un quite vertical y con gusto. Brindó Martin al matador de toros de su tierra Thomás Cerqueira, y comenzó por estatutarios un trasteo que no terminó de levantar el vuelo y en el que el novillero alternó las dos manos de forma aseada paseando un trofeo.

El tercero completó el lote enviado por el Conde de Mayalde y resultó más colaborador que el otro. Ante él se vio un Gonçalo Alves muy puesto que resolvió con clasicismo el saludo capotero antes de que Estrella Magán realizase un quite abrochado con una gran media. El portugués dejó una faena de toreo hundido sobre los riñones y abandono mientras que el animal se lo permitió. Novillero muy hecho y con proyección, que quedó patente en un vistoso final toreando a pies juntos adornado con un farol, antes de recetar tres manoletinas. Con la espada no anduvo hábil y emborronó su actuación.

La toledana Estrella Magán sorteó un animal de El Montecillo que resultó noble aunque tardo y Magán le cogió el aire mediada la faena de muleta. Toreo asentado, con los toques exactos, que destacó por el derecho. Por ahí se mostró más vertical dejando detalles de buen gusto. Sensacional fue la estocada que dejó Estrella Magán en un un auténtico acto de fe y convencimiento al irse con rectitud tras la espada, paseando dos trofeos de un animal que también fue premiado con la vuelta al ruedo.

Raúl Caamaño dejó un solvente saludo al quinto de la mañana. Un novillo con mucho ímpetu de Sagrario Moreno al que hizo el quite Raúl Jerez y replicó Caamaño. El joven novillero quiso realizar una faena a un animal que se dejó más por el lado izquierdo y en el que los muletazos fueron de uno en uno. Un animal con muchas teclas al que Caamaño consintió confiando en su capacidad y lo que le podía dar para hacer un trasteo serio aunque no sencillo, y paseó un trofeo.

Raúl Jerez demostró que quiere ser y desde el principio se fue a por el novillo a la puerta de chiqueros. Tras ello, pareó con solvencia con dos pares de entre los que destacó uno al quiebro por los adentros. Brindó a Eugenio de Mora, maestro de la Escuela y espejo de todo toledano que empieza en esto, antes de pasarlo por alto en armoniosos estatuarios. Muy asentado y con temple, toreó muy despacio el novillero, sorprendiendo por su concepto e intención para hacer las cosas. Quiso siempre la colocación y el torear despacio, dejando muletazos de típico cartel de toros. La espada es la asignatura a mejorar, pero hay tiempo y mimbres.