Con los de La Quinta se triunfa

Dominguín
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Salida a hombros de Talavante y Luque que cortaron dos orejas por coleta, mientras que Morante perdió el triunfo por el fallo con los aceros. Gran ambiente en los tendidos de Aranjuez, donde se lidió una interesante corrida de La Quinta

Salida a hombros de Talavante y Luque. - Foto: Dominguín

Hay acontecimientos que rememoran cada año efemérides destacadas, pero el entorno, el escenario o incluso el colorido, lo hace que sean únicos e irrepetibles. Esto ocurre cada año en Aranjuez cuando se celebra la corrida con motivo de la festividad de San Fernando. La plaza cumplía 225 años de historia, una de las más antiguas en pie de toda la geografía española, y para ello se engalanó, y casi se llenaron sus tendidos.

Muchas caras conocidas toledanas por los tendidos, aficionados de postín que año a año se acercan al coso rivereño a una cita apuntada en el calendario. El pasear por sus galerías, ver sus balconadas, observar lo cuidado del ruedo le hace al espectador rememorar lo que serían esas corridas de los dos siglos que acogieron a las mejores figuras del toreo.

Mucha expectación fuera del coso que en pocos minutos fue poblando los tendidos que escucharon minutos antes de abrirse el portón de cuadrillas el Himno Nacional. Ya en el dorado albero los espadas lo recorrieron al son de los acordes de la ópera Carmen. Que acierto de Zúñiga el contar con la banda de música de Añover de Tajo para este evento. La gente estaba maravillada, que pasión le ponen los componentes y que entrega torera la de su directora Diana Gómez Doblado.

Morante brilló ante el cuarto.Morante brilló ante el cuarto. - Foto: Dominguín

Morante de la Puebla poco pudo hacer ante el abre plaza, que no dio facilidades de lucimiento al sevillano que abrevió para no cansar al respetable. Ante el cuarto la cosa cambió, el cigarrero le vio de salida eso que hace que los toreros se confíen de capa, y como lo hizo. Le echó lo vuelos del bicolor capote con los talones clavados en la tierra, aguantando la irregular inicial embestida, las verónicas templaron el ímpetu de salida para luego rematar con una media, pero que media, un cartel de toros para la historia. Luego lo llevó al caballo con torería ante la entrega de sus seguidores, para luego quitarle por chicuelinas que formaron un auténtico alboroto. La cosa no pintaba mal, y Morante quería dejar en este escenario su efímera obra de arte particular. Ayudados por alto genuflexo a dos manos que abrieron el apetito taurino del aficionado, para luego incorporado tirar con suavidad por bajo del noble toro de La Quinta. Fue llevando al obediente animal a su altura, pues le costó humillar en su primera parte de la faena, aunque la firmeza del espada fue fundamental en los derechazos de inicio. Tiempo y distancias al son del pasodoble para llamar a "Rabanito" que esta vez ya humillando siguió templado la muleta de Morante. Entonces toma la muleta con la zurda y se enroscó al burel a su figura levantado clamores y oles de los asistentes. Volvió con la diestra para llevar más largo aún al colaborador astado, hasta que le enfiló con la tizona. Pinchazo quedando en la cara del toro, lo que el animal aprovechó para arremeter contra Morante que sufrió una espectacular paliza que no eran capaces de parar los auxiliadores, saliendo maltrecho y magullado del trance. De esta manera, algo desorientado y molido quiso matar al burel lo cual le costó mucho, recibiendo una cariñosa ovación al caer tras escuchar dos avisos del usía. Ahí quedó para el recuerdo, para la historia del coso ribereño, para sus 225 años de grandes faenas.

Talavante tuvo dos toros potables, a los que les puso ganas y decisión. Con verónicas con el compás abierto y chicuelinas recibió al segundo de la tarde, para luego hacerle un quite por gaoneras que encandiló las gradas. Citó con la pañosa por estatuarios, junto a las tablas dejando luego pases de la firma como tarjeta de visita. con trincherillas y pases por bajo fue sacándose el toro al centro del ruedo para empezar con la diestra y así confiar al animal que tomaba con franqueza las telas. La faena fue a más, cogió temperatura por naturales, viniendo el toro embarcado en la muleta y llevado por Talavante con ritmo y temple en su prodigiosa zocata, vaciando por bajo cada remate como así le exigía el astado. Final de faena a más donde los tendidos crujían a aplaudir a rabiar a la espera de un triunfo que el propio Talavante se cerró por el fallo con el estoque.

Con ganas recibió el extremeño al que hizo quinto, un terciado toro cárdeno claro que embistió desde que se abrió de capa y acompasado lo fue meciendo a la verónica, ralentizando en su tela la velocidad de salida del animal. Cuando tuvo la muleta en sus manos, quiso confiar las acometidas del de La Quinta, que se entregó a Talavante y a sus engaños. Se venía de largo, humillado y con recorrido, lo que el torero aprovechó para realizar una de las mejores faenas desde su reciente reaparición. La banda de Añover rompió a tocar "Cielo Andaluz", y las musas se alinearon en torno al espada sabedor de la gran obra maestra que iba a realizar. Fueron tandas profundas, largas y de mano baja, con los talones asentados en el albero, ayudando a que el animal siguiese las telas hasta el final. Y fue a más. Cada vez tenía el toro más recorrido y quería siempre coger las telas por bajo. El final torero de encaje y torería que está vez si tuvo el refrendo del acero enterrado en lo alto con un efecto fulminante que le valió para cortar los dos trofeos que le catapultaban a la salida en volandas.

Gaonera de Tavante tras la suerte de varas.Gaonera de Tavante tras la suerte de varas. - Foto: Dominguín

Luque y Aranjuez tiene un romance permanente y Carlos Zúñiga empresario del coso ribereño y apoderado lo sabe. Es un torero en momento de madurez impresionante que puede con casi todos los toros y sale arrollando en cada coso donde se le anuncia. No iba a ser menos en esta tarde taurina. Incierto de salida el tercero lo paro con gusto el sevillano que le sirvió a modo de prueba lo que iba a suceder después. Se fue con la muleta con decisión a por el toro, doblegándole por ambos pitones con profundidad. El toro obedecía a los cites y Luque le llevó muy metido en la muleta para evitar la salida a su aire de principio de faena. La poderosa muleta puso lo demás, derechazos interminables rematados siempre con gusto. Los aceros no viajaron a la primera y eso le privo de tocar pelo.

Daniel Luque sabedor de que tenía en su mano el triunfo en Aranjuez, salió a recibir al sexto como si fuese su última oportunidad, lo metió con suavidad en el capote dejando dos medias de tronío. Brindo su toro a Pedro Trapote, como lo hicieron también sus compañeros, pues la corrida servía de homenaje a su hijo fallecido, con gran arraigo en Aranjuez. Con la cintura fue llevando al toro desde sus inicios, suavidad en sus muñecas y media altura, lo que hizo que el burel fuese desarrollando la magia que llevaba dentro. Luque le dio siempre el pecho lo citó de frente, dándole todas las ventajas a su oponente, trazando derechazos plásticos y muy lucidos. De mitad de faena en adelante la cosa fue ganado categoría y Luque se encajó más aun por ambos pitones, dando al animal tiempos y distancias que fueron fundamentales para la duración del trasteo muleteril. Final de naturales a pies juntos, que levantaron a los asistentes de la piedra, para luego irse como un cañón tras la espada y enterrarla hasta los gavilanes. Doble trofeo que le valió para acompañar a Talavante en hombros camino de la calle Almíbar.

Luque se entregó al buen sexto de La Quinta.
Luque se entregó al buen sexto de La Quinta. - Foto: Dominguín

El reclamo de la corrida que hizo peregrinar mucha gente a Aranjuez nos dejó ver por allí a Manolo Lozano, de Alameda de la Sagra. Fue empresario de la plaza más de 35 años, de ella recuerda con su mente prodigiosa multitud de efemérides y anécdotas. Querido por todos, recibió muestras de cariño mientras el portaba unas fotos con más de 60 años de su paso como empresario del coso. Los nuevos gestores del hierro del Montecillo, ocupaban una barrera del tendido uno, Víctor Guijarro y su esposa, los doctores Manuel Doblas y Felipe Madruga en una delantera de grada acompañados por Santiago Calvo que fuera deán de la catedral toledana, gran aficionado. En los tendidos se pudo ver a Josué García actual capellán del coso de Mendigorría, la juez Concha Azuara que fue pareja del malogrado Palomo Linares, la familia ganadera Martínez-Conradi al completo con Casilda Finat, Victoria Federica acompañada del ex torero Toñete en un palco con amigos, el ganadero Juan Pedro Domecq estuvo por el callejón