Molinero, albañil y con un marcado carácter de solidaridad hacia los demás, Julián García 'Julín' tiene mucho que decir en la celebración que hoy conmemora los 30 años del sindicato UGT en Castilla-La Mancha. En su poder, el carné número 2 del sindicato en la provincia de Toledo, después de ser junto a su hermano Vicente, ya fallecido, el que fundó la agrupación primero en Talavera y después en la capital.
Lo hicieron desde la clandestinidad, tras su vuelta en 1973 a España, después de más de 15 años en Toulouse, Francia, donde vivieron el exilio junto a su padre, Vidal García López, procedentes de su pueblo, La Nava de Ricomalillo.
Sus vivencias y sus temores estarán hoy muy presentes en su memoria, como uno de los tres reconocimientos que entregará la Unión General de Trabajadores (UGT) por la que él tanto luchó dentro y fuera de España. «Estoy muy honrado y agradecido», explica a La Tribuna poco antes de recibir el aplauso de toda la región.
En 1949 su hermano Vicente marchó a Toulouse donde ya residía su padre, exiliado tras la Guerra Civil, y fallecido en 1950. Él marchó a reunirse con su hermano una vez finalizado el servicio militar que realizó en Nador (Marruecos) desde marzo de 1957 a junio de 1958. A finales de noviembre de este año cruzó la frontera francesa con pasaporte turístico y pocos días después de llegar, en diciembre, se incorporó a la Sección de las JS, de las que fue secretario de Acción Sindical y en 1962 a las de la UGT y el PSOE, siguiendo también los pasos de su hermano.
Fueron tiempos convulsos, en otro país y separados de su gente, pero allí conocieron otra vida, diferente a las penurias que se vivían en España en la posguerra, y centrados en la actividad sindical y política que tanto gustaba a los hermanos. Allí, en la ciudad francesa, recuerda, estaba la Ejecutiva de Partido Socialista Español en el 69, también de la UGT y la CNT, donde conoció a Federica Montseny.
Su trabajo en estas organizaciones le llevó a participar activamente en la reorganización del PSOE y la UGT en Talavera, localidad a la que volvieron en 1973, muy cerca de su Ricomalillo natal. Las mejores condiciones climatológicas y su dolencia de asma fueron esenciales en su regreso, además de la tierra, que siempre tira mucho. «Conocíamos perfectamente el rodaje y cómo se hacían las asambleas» después de tantos años en Francia y trajeron aquí esos conocimientos de organización.
en la clandestinidad. En el año 1973, en la clandestinidad, los hermanos García comenzaron a trabajar para formar la UGT en Talavera. Para ello, alquilaron un piso en la plaza Santa Leocadia, donde además de vivir, tenían un despacho para el sindicato, otro para el PSOE y un tercero para las Juventudes, recuerda. De ahí, no solo que ostenten el carnet 1 y 2 de UGT sino también del Partido Socialista.
Tras ello, comenzaron a dar forma también a la agrupación sindical en la ciudad de Toledo. «Fuimos los de Talavera los que montamos la sede de Toledo», realizando numerosos carnets en la clandestinidad, detalla.
Eran conscientes del riesgo pero era lo que querían: «Nos jugábamos la vida, cierto, pero era lo que queríamos, luchar por los derechos y el bienestar de los trabajadores», asegura.
Tanto es así, que los nombres de Vicente y Julián García aparecían en el listado de personas a fusilar entre los documentos incautados a Tejero tras el fallido golpe de Estado del 23F.
Restablecida la democracia formó parte de la AS y representó a la UGT de Toledo en el XXX Congreso Nacional de la UGT celebrado en Madrid en 1976. Fue secretario de Acción Sindical y Tesorero de la UGT de Talavera desde 1976 a 1980.
A sus 87 años, ejerce como histórico de la UGTy del PSOE talaverano y recoge sus memorias, dignas de una persona que ha luchado siempre por los demás, en diferentes libros cargados de historias de la emigración a la que le condujo la vida.