Decía Gabriel García Márquez que «la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla». Por eso, para muchos, el alzheimer es la peor enfermedad posible, porque es la que te puede hacer olvidar todo lo vivido y todo lo sentido hacia tus seres queridos. Por ello, en jornadas como hoy, el Día Mundial del Alzheimer, se busca concienciar a la sociedad de lo importante que es llevar unos hábitos saludables para esquivar o, al menos, retrasar la enfermedad. Es la premisa principal que escucharon casi un centenar de personas en la Biblioteca del Alcázar en una conferencia organizada por AFA Toledo, la Asociación de Familiares de personas con Alzheimer, y que tuvo al doctor Carlos Marsal, jefe de Servicio de Neurología en el Complejo Hospitalario de Toledo, como protagonista.

Durante la charla, el doctor habló de las diferentes fases de la enfermedad, así como de la investigación actual: «de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos». Y aunque dice que los expertos ya van conociendo mejor los mecanismos de la enfermedad, cree que «a la espera de que la investigación reúna remedios más eficaces hay que apostar por los hábitos cerebro-saludables». Punto en el que centró gran parte de su ponencia. Y lo dirigió no solo a los propios pacientes, sino a toda la población, como forma de prevenir esta enfermedad.

Esos hábitos a los que hacía referencia el doctor Carlos Marsal se incluyen desde el control de factores de riesgo como hipertensión, diabetes, colesterol o sedentarismo, hasta el ejercicio físico diario, «muy importante porque genera transmisión dentro de las neuronas, fomentando la estimulación cognitiva». También destacó que es importante llevar una dieta saludable, poniendo de ejemplo la dieta mediterránea, o evitar el estrés crónico.

Una situación que, tras la pandemia del Coronavirus, parece haber agravado los síntomas de los que ya tenían diagnosticada la enfermedad y, a su vez, haber incrementado los pacientes en edades más jóvenes. Como contó José Antonio García, presidente de AFA Toledo, no se cuenta con un censo exacto de pacientes, pero sí que se denota ese agravio de los enfermos «en que no pudieron asistir a terapia durante la crisis sanitaria». Sobre los nuevos casos en gente joven, García lo vincula más a la detección precoz que a un mayor número de pacientes. «Antes tenían la enfermedad a la misma edad, pero se detectaba a los 50 años cuando los pacientes entraban en una fase más avanzada», detalló el presidente de la asociación. El doctor Marsal añadió al respecto que «la enfermedad está ligada al envejecimiento y como vamos hacia la sociedad más anciana de la historia de la humanidad, pues hay mayor número de enfermos, hay más prevalencia».

Por todo esto es fundamental mantener una vida activa física y mentalmente, porque como decía la cita del principio, de qué serviría la vida si no la podemos compartir con los demás.