La fuente de los patos se limpia más de lo que exige la ley

J. Monroy
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El Ayuntamiento destaca que no se ha producido ningún caso de legionelosis procedente de esta instalación y que un posible traslado de los patos se complica por el apego de los vecinos

La fuente de los patos se limpia más de lo que exige la ley - Foto: Yolanda Lancha

El Ayuntamiento de Toledo hace cada mes un vaciado y limpieza de la conocida como fuente de los patos en el Polígono, para evitar así problemas sanitarios. Eso va más allá de lo que exige la legislación en este tipo de instalaciones, aún teniendo en cuenta su carga biológica como consecuencia de los excrementos de los animales. Así se lo han explicado fuentes municipales a este diario, tras la respuesta de la Junta al vecino del Polígono Víctor Villén, haciendo responsable al Consistorio de su control, así como las quejas de este por el peligro de que la fuente expulse al aire constantemente los excrementos de los animales, y los riesgos que los animales, en plena rotonda, suponen para la circulación.

El Real Decreto 865/2003, de Control y Prevención de la Legionela, es el marco jurídico nacional en esta materia, que se desarrolla en un programa de actuación y del que emanan los programas regionales de prevención, como el de Castilla-La Mancha.

Esta legislación nacional califica las instalaciones de mayor y menor riesgo. En concreto, considera las fuentes ornamentales de bajo riesgo. Para prevenir casos de legionelosis, este marco legal habla de limpieza y desinfección anual y deja al libre albedrío de las corporaciones un control analítico. A partir de ahí, la Junta todavía quiso ampliar el control para prevenir infecciones e hizo una calificación de las instalaciones de riesgo, según sus peligros, para luego determinar las medidas de control.

De forma que esta legislación deja claro el protocolo de instalaciones como la fuente de los patos, en base a la analítica. Y el Ayuntamiento, apuntan fuentes municipales, ha optado por ir más allá de estas medidas y hacer un vaciado y limpieza mensual.

Es cierto que el hecho de que estén los patos implica una mayor carga de presencia orgánica, que efectivamente aumenta la posibilidad de legionela, pero se considera en el Consistorio que eso no es directamente proporcional al peligro de legionelosis. De hecho, no habido todavía ningún caso proveniente de esa fuente, cuando otras instalaciones de bajo riesgo en la ciudad, riegos, sí que lo han provocado, lo que ha hecho intensificar el programa de prevención. La legislación también hace referencia a esa mayor presencia de materia orgánica y abunda en el vaciado y la limpieza.

Dificultades de traslado. Por otro lado, el Ayuntamiento sacó de la fuente, no sin cierta polémica en el barrio, la mitad de los patos, que se trasladaron a un entorno que parece más propicio para ellos, como es el Barco Pasaje. El problema es que ahora están volviendo a procrear.

Otra cosa es la seguridad de cara al tráfico. Ha habido ya sustos para conductores en la rotonda tanto por culpa de los patos, como por culpa de algunos vecinos que han acercado, en ocasiones con niños, a echarles comida. El problema aquí es la controversia que hay en el barrio con la fuente, que hace al Consistorio pensarse mucho sacar a los animales de allí. Sobre la mesa quedó en su día la propuesta de la Asociación de Vecinos El Tajo, precisamente cuando Villén era su portavoz, para crear un espacio acondicionado para estas aves acuáticas muy cerca, en el parque de la zona trasera del Híper Usera.