Se estrenó el Talavera en la Primera Federación con una derrota en Pasarón en la que la expulsión en el minuto 16 de Gayoso condicionó el sino del encuentro para los chicos de Rubén Gala.

En un mar de dudas acerca sobre el posible rendimiento que pudieran tener los talaveranos (debido a que no habían debutado todavía en Primera RFEF esta temporada ya que su inscripcín se hizo oficial el martes), lo cierto es que el equipo plantó cara incluso con un hombre menos.

No obstante, el jugar con diez jugadores más de hora y cuarto fue una losa demasiado pesada para un rival que aprovechó muy bien las ocasiones que dispuso para cerrar el partido en 3-0.

La puesta en escena del Talavera fue muy buena, intentando controlar el partido e intentando encontrar resquicios en la defensa granate para servir balones a Álvaro Juan y Frodo. El equipo de Rubén Gala no dio síntomas de inferioridad y, aunque fuera su debut liguero, no parecía estar físicamente por debajo de su rival.

La jugada. Sin embargo, todo se desbarató cuando Gayoso cometía penalti sobre Oier Calvillo. El lateral del conjunto talaverano era el último hombre y el colegiado no dudó en mostrarle la tarjeta roja al interpretar que era una jugada manifiesta de gol. El encargado de lanzar la pena máxima sería Charles, que engañó muy bien a Rabanillo con un disparo potente al centro de la portería.

En apenas veinte minutos el partido estaba prácticamente sentenciado para el Pontevedra. Tras la expulsión de Gayoso, Rubén Gala optó por jugar con un bloque bajo y esperar al fallo del equipo granate en defensa para salir al contragolpe. Pero el equipo talaverano apenas tuvo protagonismo con el balón en campo contrario y las ocasiones fueron sucediéndose una tras otra en la portería de Rabanillo. Esa superioridad pudo verse ampliada también en el marcador, pero Charles no estuvo acertado con el remate de tacón y el balón acabó marchándose desviado de la portería.

El balón le duraba poco en las posesiones al Talavera, sobre todo a la hora de intentar combinar en el centro del campo. Zanelli, prácticamente desaparecido en la elaboración, estaba más atento en labores defensivas, intentando tapar huecos y realizando coberturas a sus compañeros. Antes de llegar al descanso, Yelko pudo poner el 2-0 en el partido con un disparo que rechazó la defensa talaverana.

Con la idea de tener más protagonismo en el centro del campo, Rubén Gala introdujo dos cambios en el descanso para fortalecer aún más la medular: Javi Bueno y Souleymane le dieron esa frescura que necesitaba el Talavera para pisar más el área rival.

La entrada de ambos se notó, sobre todo a la hora de salir con el balón jugado, pero el Pontevedra pronto amplió la ventaja con un gol de cabeza de Ángel Bastos en el minuto 60. A partir de ahí, el Talavera bajó los brazos y el equipo local aprovechó para hacer cambios que dieran frescura a su juego.

Al Talavera no le quedaba más remedio que intentar evitar la goleada, por lo que en el aspecto ofensivo las únicas oportunidades que tuvo fueron a balón parado. Zanelli fue el que más cerca estuvo de recortar distancias, en el único disparo que realizó el conjunto talaverano en todo el encuentro. En los estertores del encuentro, cuando el Pontevedra seguía volcado en el ataque en busca de matar definitivamente el partido, llegaría el 3-0 para el conjunto pontevedrés, en una acción en la que Rabanillo se lució con una gran parada pero que finalmente aprovecharía Rufo en el rechace para poner la coletilla a un debut agridulce para los chicos de Rubén Gala.

El próximo encuentro de los blanquiazules supondrá su estreno en el Municipal El Prado. El partido se disputará el domingo a partir de las 12,00 horas ante el Linares.