El Real Madrid cayó (68-47) este jueves en su visita al Zalgiris Kaunas de la jornada 27 de la Euroliga, una actuación de luto después de la derrota en la final de la Copa del Rey ante el Barça, que supone además su tercera derrota seguida en Europa.

Los de Pablo Laso acusaron el palo anímico ante el eterno rival y, sobre todo, las bajas de Causeur, Heurtel, Rudy Fernández y Carlos Alocén. El técnico vasco jugó los últimos seis minutos con Núñez de base, con una desventaja ya de 20 puntos. El Madrid no llegó a competir en Kaunas, un colista que estaba motivado.

"¿Seguimos en depresión?" Fue la pregunta de Laso a los suyos en el primer tiempo muerto (18-8), pero el cuadro blanco no mejoró mucho. El Madrid no entró como pedía el escenario, un estadio unido en Kaunas, en lo deportivo como siempre y especialmente por la invasión de Rusia y la situación de Ucrania.

El Zalgiris, flamante campeón de la Copa de su país, y el Madrid, con el escozor aún de la final perdida ante el Barça. El cuadro lituano entró muy metido en defensa y el Madrid falló las canastas de la tranquilidad. El partido se puso fácil para el Zalgiris, sin conexión atrás el Madrid y sin acierto exterior (1 de 15 en triples fue la dura realidad al final).

Poirier y Tavares fue de lo que rascó el equipo de Laso, castigado en la transición. Con un par de robos acompañados de canastas, el conjunto blanco pareció entrar en calor en el inicio del segundo cuarto. Con Llull y Thompkins se acercaron a un par de canastas, pero el arreón lituano enseñó de nuevo las dudas.

Lekavicius y Strelnieks, más después Cavanaugh y Lauvergne dieron un dominio local que pudo ser mayor (38-29). La vuelta tras vestuarios fue para Tavares y la dirección de Llull, pero el acierto de tres siguió esquivo y el Zalgiris no se durmió.

Los locales no abrieron la puerta a la remontada y volvieron a la carga con buenas defensas y acierto suficiente para seguir ampliando su renta. Con el descanso de Tavares en el inicio del último cuarto, un mal parcial reventó las opciones del Madrid (58-39). Los de Laso confirmaron su lenta rendición en un mal partido.

Quedaban seis minutos, suficiente pero no para este Madrid tocado. Lauvergne, Lekavicius y Ulanovas sentenciaron sin perder esa veintena y los locales se quedaron su quinta victoria, insuficiente para dejar de ser últimos. El Madrid puede ver escaparse al Barça en el liderato, pero esta semana los azulgranas no jugarán por el aplazamiento de su partido en San Petersburgo por el conflicto.