Hay luz entre la locura (3-2)

J. M. Loeches
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El CD Toledo se desvirga en Segunda RFEF con el triunfo en un derbi regional ante el Marchamalo que le dejó con nueve y un sinfín de peripecias

Rubén Moreno anotó su primer tanto de la temporada después de cinco jornadas. - Foto: David Pérez

El CD Toledo ya no es colista. Sumó su primera victoria en Segunda RFEF en un derbi regional ante el CD Marchamalo que tuvo de todo. Es por dejar lo bueno para lo primero. Porque malo hubo un puñado. Dos expulsados, la lesión de Adrián y una locura innecesaria que da espectáculo, pero no puntos.

Tres minutos tardaron los de verde en demostrar que no querían tonterías. Se vio presión alta, se vio mordiente y se vio intención. Diego Merino, por cierto, apostó por Adrián de inicio, lo que desplazó a Mamau al medio campo. Pero lo de los dos delanteros... nanay.

Ninguno de los dos equipos se soltó en el tramo inicial. La tónica del juego fue la disputa y el intento por controlar el encuentro. Pero el derbi no tenía dueño. Y los ataques de unos y otros llegaron a espamos.

Jokin Esparza en una acción del partido.Jokin Esparza en una acción del partido. - Foto: David PérezLa grada empezó a animarse al cuarto de hora con un par de saques de esquina consecutivos que derivaron en el 1-0. Varios rechazos dejaron el balón franco para Rodri, que solo tuvo que empujarla a la red. El siguiente movimiento fue el esperado: abrazo colectivo con el entrenador. Lo que nadie esperaba era el siguiente escenario. Silencio sepulcral cuando Adrián Jiménez se tiró al suelo porque no podía seguir. Duró 19 minutos.

Rubén Moreno entró para desplazar a Valentín a un costado y recomponer así la defensa, con Chele de central. Lo mejor que pudo pasar en los siguientes minutos es que no pasara nada. El CD Marchamalo no estaba por la labor de amargar la tarde. O es que no podía. Aun así, tuvo algún que otro acercamiento a la portería de Olmedo.

Y, si encima cuentas con ayuda, pues acaba torciéndose el guion. Esparza no supo desperjar un balón en el centro del campo y la jugada se convirtió en un pase a Braun, que corrió hacia la portería mientras que veía a su compañero Josemi Cerro preparado para convertir su pase en gol: 1-1. Por deméritos, el CD Toledo estaba de nuevo en la cuerda floja.

Adrián, que fue titular, se tuvo que retirar a los 19 minutos.Adrián, que fue titular, se tuvo que retirar a los 19 minutos. - Foto: David PérezLos de Diego Merino no dejaron al contrario que creciese. En el minuto 30, Valentín, con un disparo lejano, rompió el malestar por unos segundos al recibir un buen balón por la banda derecha. Sin problemas para Jony. Luego, Samu Gomis lo intentó con un centro chut que sí metió en apuros al portero gallardo. Sin soltarse, al menos el CD Toledo no estaba a merced de nadie. Ni siquiera de su afición, que quizás había dejado de sentir dolor. Hubo a quien sí, y lo expresó con pitos. No podían faltar.

Sin embargo, al borde del descanso, Valentín recogió un balón en el lado derecho y lo centró al área. Rubén Moreno se elevó con los tiempos muy bien medidos y remachó de cabeza a la red. Esta vez, pasaron cosas antes del entreacto. Y a favor del Toledo. Este tanto se canjeó por aplausos. Así es es este deporte.

El cuadro visitante salió a la segunda parte con un cambio, Daniyo por Migallón. Pero el tanto melló la moral del CD Marchamalo, desaparecido en estos primeros minutos. Dieguito probó suerte con una falta directa, algo escorada, que Jony mandó al córner. No llegaba el tercero, pero al menos había paz. Había tranquilidad. También lo rozó Rubén Moreno con un lanzamiento tras un rechazo en un saque ese saque de esquina.

No podía fiarse en absoluto porque Braun encogió de nuevo los corazones con una entrada por la derecha que tuvo que repeler Olmedo. Los de Aitor Gómez estaban inquietando otra vez. Y el Toledo no tenía ningún control.

Quedaba media hora por delante, y sin cambios a la vista. Unas molestias de Rodri obligaron al extremeño a meter a Alberto Bernardo, aunque hay que decir a su favor que ya había llamado previamente a Iván Cédric. El problema es que este equipo se subió a la montaña rusa el primer día de competición y encadena cimas con valles. Cambil vio la roja directa inmediatamente después por un lance con un rival.

Lo dicho. No había tregua, y Alberto Bernardo estrelló en la madera y luego Dieguito fue objetivo de penalti por parte de Peñalvo. El de Solana de los Barrios decidió tirarlo para anotar el tercero. Los poco menos de veinte minutos que restaban (más alargue) se tenían que afrontar en inferioridad. Por la situación de partido, tocaba arremangarse.

Merino quitó a Rubén Moreno para meter a Álex Martín y así darle la punta del ataque a Cédric. Fueron momentos para ganar en confianza. Se tuvo la pelota en los pies, al son de los aplausos de parte del público. En cualquier caso, el que estaba perdiendo, quería marcar, y los nervios no perdieron su hueco. De hecho, Olmedo se fue abajo para evitar el segundo del Marchamalo en un buen tiro de Juan Rojo.

Todavía había más escenas escondidas, la segunda amarilla para Mamau, que obligó a los verdes a terminar con nueve. El hispano-gambiano se fue alentando a la grada. Todo esto con 3-1 en el marcador. En Granada habrá unos cuantos menos. Y parecía que sin Olmedo, cuando se tiró al suelo. Por suerte, continuó. Ya en el descuento, Rafa Ortiz recortó la diferencia. Apareció la ansiedad. Pero ya se piensa en ir a Guijuelo con tres puntos en el casillero.