Los robos con fuerza, el principal delito en Toledo

M.G
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La estadística de Interior apunta un total de 2.083 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, de los cuales 1.460 se cometieron en viviendas

La Guardia Civil tuvo constancia de un gran número de delitos el año pasado - Foto: D. Pérez

La noticia saltó a pocos días de terminar 2022. La Guardia Civil logró detener a tres individuos por robos con fuerza en casi una treintena de domicilios de distintos pueblos de La Sagra cometidos en un año. Este tipo de informaciones desvelan que esta actividad delictiva es una de las que más se repiten año tras año. Según los datos del balance de criminalidad del Ministerio del Interior, en la provincia de Toledo se llevaron a cabo 2.083 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones el año pasado, lo que refleja un aumento del 4% respecto a 2021.

Además, esta precisa radiografía sobre la actividad delictiva también apunta que de todos estos robos, 1.460 fueron cometidos en viviendas particulares, un 1,7% más en este periodo analizado, pero un 41,8% menos si se comparan 2022 con 2019. 

Dentro del capítulo de robos, el Ministerio del Interior incluye los cometidos con violencia e intimidación, una tipología bastante frecuente en la actualidad. En este caso, las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de 287 acciones delictivas,  aunque el año pasado se redujeron un 5,9% respecto a 2021. 

Los delitos de mayor gravedad también experimentaron un notable crecimiento aunque la cifra sea muy baja en comparación con otros delitos. En la provincia se contabilizaron siete asesinatos y homicidios dolosos el año pasado, un 40% más que en 2021. Si bien, lo más llamativo, sin duda, es el aumento del 133% en comparación con 2021. Por contra, en el apartado de homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa, se contabilizaron doce delitos, un 63,6% menos en este periodo analizado.

Más cifras. Los delitos contra la libertad sexual también acaparan protagonismo en esta estadística de Interior. El ministerio publicó hace cuatro meses y medio un informe estadístico sobre estos delitos en España en el año 2021 y concluyó que este tipo de actividad sigue «un patrón constante de crecimiento» salvo en 2020, año del confinamiento por la pandemia de covid. Además, nueve de cada diez víctimas son mujeres, y las fuerzas de seguridad «gozan de un alto nivel de eficacia policial».

Toledo no es una provincia especialmente significativa en estos delitos, puesto que suponen un 1% en relación a todos los cometidos en España, ya que el año 2022 cerró con 17.389 acciones penales contra la libertad sexual, mientras en Toledo la cifra alcanzó los 188 delitos.

Dentro de esta tipología, uno de los delitos más graves y penados en los tribunales es la agresión sexual con penetración. Normalmente no arroja números elevados en comparación con otro tipo de agresiones, pero aun así resultan muy impactantes y sobrecogedores. En concreto, en la provincia de Toledo se cometieron 16 agresiones sexuales con penetración el año pasado, un 33,3% menos que en 2021. Si bien, en la estadística también se observa un incremento del 100% respecto a 2019. 

La estadística no aporta más información ni cifras respecto a esta tipología delictiva, con lo que hay que esperar a que el Ministerio del Interior publique su informe específico sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual, en el que sí especifica los acosos, las acciones penales relativas a la prostitución, al exhibicionismo, la pornografía de menores, provocación sexual y ciberdelitos, entre otros. 

Por otro lado, el tráfico de drogas también es relativamente habitual en la provincia, sobre todo, si se tiene en cuenta que el año pasado se contabilizaron 269, un 8,5% menos que en 2021, pero un 15,9% más comparado con 2019.

También la cibercriminalidad está causando un gran impacto en la actividad delictiva y su aumento no tiene freno. Ya lo puso de manifiesto la ONU hace ocho años, dejando claro «que uno de los principales elementos impulsores de la ciberdelincuencia contemporánea y del uso creciente de pruebas digitales es el desarrollo de la conectividad

electrónica global». La estadística de criminalidad del Ministerio del Interior, recientemente publicada, refleja un total de 5.742 infracciones penales relacionadas con la cibercriminalidad en 2022, un 25,6% más que el año anterior y llama la atención que en solo tres años haya crecido un 112% en comparación con 2019.

En este caso, la provincia de Toledo está siguiendo la tendencia nacional con notables aumentos de estafas informáticas, el tipo delictivo más común, ya que supusieron un 84% del total de infracciones penales por cibercriminalidad. El resto lo completaron los 916 delitos englobados en esta categoría, que experimentaron también un crecimiento del 13,6% en 2022 respecto a 2021.

A pesar del notable incremento en la provincia de Toledo, la cibercriminalidad todavía no supone un grave problema en la provincia, puesto que únicamente representa el 1,5% del total de infracciones penales de esta naturaleza registradas en España, que contabilizó 375.506 delitos el año pasado, un 22,9% más que el anterior.

Aun así, en los últimos años la cibercriminalidad también ha obligado a marchas forzadas  a modernizar el derecho penal tradicional para adaptarlo a estas tipologías delictivas tan sofisticadas