Las familias ucranianas desplazadas a Talavera con motivo de la invasión rusa a su país el pasado 24 de febrero han comenzado a regresar a su nación. Así lo han confirmado a La Tribuna desde la Asociación Ucraniana 'Talavera con Ucrania', entidad que sigue prestando apoyo a quienes han llegado a la ciudad huyendo del conflicto.

La presidenta de esta asociación, Victoria Siroshtan, confirmó que en estos momentos tan solo hay 5 familias ucranianas residiendo en Talavera, donde han llegado a estar acogidas cerca de una veintena, según los datos que maneja esta entidad, formada por un grupo de ucranianas y una española y que tiene como sede un local cedido en la calle del Sol.

Allí siguen recogiendo alimentos y artículos de higiene para los ucranianos que permanecen en Talavera, una cuarta parte de los que había tras el regreso de buena parte de ellos a Ucrania. Fue este verano cuando comenzó el movimiento hacia Ucrania, pese a que la guerra allí continúa, si bien los que han tomado esta decisión residen en zonas no consideradas 'puntos calientes' del conflicto. «A las zonas que están en peligro no vuelven, y en Talavera casi no hemos tenido familias de allí», expuso Siroshtan, señalando que los que proceden de ciudades como Járkov «se han quedado aquí todavía».

La presidenta de esta asociación incidió en cualquier caso en que, de hecho, la guerra entre Ucrania y Rusia «no ha parado en ocho años» sino que «empezó en 2014 pero el ataque ahora ha sido más visual».

Fuera de las zonas más conflictivas, en el resto de puntos «la gente sí tiene donde volver» y además, en esas áreas del país «se sigue trabajando». «El país se está levantando poco a poco» y aunque permanece la invasión «el país tiene que levantarse y tienen que trabajar». Sobre esta cuestión, Siroshtan hizo hincapié en que los ucranianos que han buscado asilo en otros países por la invasión de Putin «son gente estable, con sus casas, sus coches, su trabajo, que vinieron aquí a protegerse, no querían que los hijos murieran por esta agresión y tienen ganas de volver, de volver a trabajar, de levantar el país e ir a casa, sobre todo».

Este hecho es el origen de parte de la vuelta del exilio de familias residentes tanto en Talavera como en la comarca y en el resto del país e incluso de otros, puesto que se está reclamando a los ucranianos para que regresen a sus puestos de trabajo. «Les están llamando diciendo que, o vuelven, o vamos a contratar a otras personas», explicó Siroshtan, señalando que «la gente no quiere perder su trabajo».

Este ha sido uno de los motivos, pero se añaden otros de índole personal, como extrañar a la familia que permanece en Ucrania, como padres, hermanos, hijos. Esta circunstancia, unida a las diferencias culturales entre Ucrania y España, hacen más complicada aún la adaptación, en especial de los niños de más de ocho años, según expuso la representante de la asociación ucraniana.

La mayoría de familias que han llegado son madres con hijos, lo que ha dificultado también que las progenitoras pudieran trabajar al no tener con quien dejar a sus niños, pese a haber tenido «muchas oportunidades» laborales.

Se da la circunstancia de que las ayudas oficiales comprometidas para los refugiados ucranianos no han llegado en algunos de los casos, hasta el punto de que ha habido quienes han regresado a Ucrania «sin haber recibido nada». Por tanto, «han sobrevivido gracias a la gente, la solidaridad de la gente española, sobre todo talaverana, y de los pueblos de la comarca».

Por todo, los ucranianos se han sentido muy bien acogidos en Talavera y desde la asociación agradecen el apoyo recibido y las muestras de cariño con el colectivo. Además, aprovechan para solicitar que no cese esta colaboración con la entidad, puesto que siguen atendiendo a esas cinco familias que permanecen en Talavera. Para ello, siguen recogiendo en calle del Sol, 18, cada jueves de 10 a 13 y de 16 a 19 horas, alimentos y artículos de higiene, pero piden encarecidamente que no se lleve ropa puesto que ya disponen de prendas para esta temporada.

Además, desde la asociación recaban fondos para estas familias ucranianas a través de actividades  benéficas dirigidas al colectivo y de la venta de manualidades en un puesto en las Ferias de Talavera.

A la ayuda que proporciona esta asociación se suma la que prestan otras entidades como Accem, Cruz Roja y Cáritas.