A Roberto García Solana lo conocían todos en Casarrubios del Monte. Ejerció como alguacil del Ayuntamiento y se había jubilado recientemente. Recibió incluso un reconocimiento de la administración local por su desempeño. Este sexagenario aficionado al Real Madrid, aunque tampoco muy forofo, se acercó al bar 'Arrope' a ver el partido celebrado en el Bernabéu contra el Girona. Jornada 24 de la Liga 2018/2019. Día: 17 de febrero de 2019. Abandonó el establecimiento antes de la derrota definitiva de los merengues, y se esfumó. Desde entonces, su paradero es un misterio.

Así lo explica a este diario Almudena García, la sobrina que ejerce de portavoz de la familia tras relevar a su padre, hermano del desaparecido y fallecido en diciembre de 2019. Más allá, las conjeturas. «Casi fijo con el coche», comenta sobre la posibilidad de que cogiera el vehículo para recorrer los 400 metros de su casa al bar.

El domicilio estaba intacto y sigue igual porque está cerrado a la espera de saber del paradero de Roberto. No había indicios extraños ni estaba forzada la puerta. Pero Almudena «se hace cruces» por que nadie de Casarrubios del Monte viera nada que haya desembocado en el esclarecimiento.

La investigación se centró en un sospechoso, que vivía muy cerca de Roberto, y permaneció en prisión por su supuesta vinculación con la desaparición entre el 25 de mayo y el 16 de septiembre de 2019. Después, salió en libertad.

La Guardia Civil, que se reunió la semana pasada con la familia al cumplirse cuatro años de la desaparición, había descubierto que hubo cuatro extracciones de dinero en sucursales con la tarjeta de Roberto García Solana por un montante de 1.200 euros. Esta pista dio con el sospechoso mencionado, quien argumentó que había encontrado por casualidad en las inmediaciones de la casa del desaparecido la tarjeta con la contraseña incluida, según detalla Almudena.

«No hay pista del paradero. Se le ha tragado la tierra», lamenta la sobrina. La Guardia Civil intensificó a mediados del año pasado la búsqueda con nuevas batidas en el triángulo formado por las poblaciones de Casarrubios del Monte, El Viso de San Juan y El Álamo (Madrid), municipio donde apareció mal estacionado el coche de Roberto. Los agentes especializados revisaron pozos y zonas encharcadas; en definitiva, lugares de difícil acceso para intentar hallar una pista sobre el paradero del vecino de Casarrubios del Monte.

«Era muy reservado», comenta Almudena sobre su tío, por lo que descarta que aireara una compra, en septiembre, de una vivienda familiar. La cantidad percibida tampoco resultaba extraordinaria: 30.000 euros. Por lo demás, era un alguacil recién jubilado.