El Museo Arqueológico Nacional define el órgano realejo como un instrumento de viento de pequeño tamaño con un solo teclado muy utilizado entre los siglos XIV y XVII. Los compositores idearon partituras sacras y profanas; fue protagonista como solista en el Renacimiento y asumió el papel de bajo en el Barroco. El uso decayó definitivamente a finales del XVIII. Precisamente de entonces, del año 1790, data supuestamente el órgano de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Camarena.
Este de Camarena constituye uno de los pocos órganos realejos o positivos supervivientes en la región y también en España. «Más aún en un estado tan extraordinario de conservación al mantener casi íntegro el mecanismo de funcionamiento y el material sonoro histórico», asevera el licenciado en Historia y arqueólogo Rubén Pérez. Este académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha investigado, con la colaboración del párroco, Miguel Molina, sobre el instrumento y la posibilidad de rehabilitación.
El órgano de Camarena supone una excepción también por estar ligado a un municipio pequeño; lo frecuente es que se encuentren en catedrales, monasterios o museos.
Se trata de un órgano de tamaño pequeño: apenas dos metros de altura, 0,80 de ancho y un metro de longitud. Está dividido en dos cuerpos con decoración policromada estucada que imita el veteado del mármol en tonos azules, blancos, ocres y verdes.
sin documentos históricos. El investigador reconoce que la carencia de documentación histórica impide demostrar el viaje secular del instrumento, pero al menos sí hay constancia de que estuvo en la ermita del Cristo de Camarena en la segunda mitad del siglo XX. La inscripción manuscrita sirve también como pista: 'Josef Monzón Año 1790'. Rubén conjetura que la pieza puede pertenecer al maestro organero toledano José Monzón y remontarse, al menos, a finales del XVIII.
La investigación de este especialista ha descubierto que la Sociedad Española de Amigos del Arte exhibió el instrumento en la exposición 'La música en las artes plásticas' en 1967, en la Biblioteca Nacional de Madrid.
El patrimonio del municipio de Camarena, una localidad de la comarca de Torrijos de unos 4.000 empadronados, sobresale también por la carroza barroca sobre la que procesiona la Virgen de la Caridad o el retablo mayor, obra del pintor Juan de Borgoña y del escultor Copín de Holanda.
«Estos órganos positivos, que recibieron en España el castizo nombre de realejos, se construyeron en toda Europa. A pesar de ser órganos de reducido tamaño, son muy completos en posibilidades sonoras. El teclado es como los actuales, aunque con teclas más cortas», describe el Museo Arqueológico Nacional, que posee entre su abundante colección piezas de órganos positivos.