Dicho desde este lado del Trasvase Tajo- Segura podría ser mal interpretado por quienes aceptan el enorme error histórico del malhadado trasvase. Dicho desde el otro lado, a pesar de las numerosas campañas que se han puesto en marcha en papel y en digitales, es decir desde Alicante, puede tener significados más realistas. Lo ha dicho un investigador y profesor respetado de la Universidad de Alicante y experto en procesos de desertización. Precisamente  ha hablado de la desertización que se está produciendo en la provincia por el incremento de los regadíos. El fenómeno está siendo causado por el abuso del agua del Tajo, como ya se ha comprobado en el colapso de la Manga del Mar Menor. Pero que de ambos fenómenos, desertización y colapso, se hable poco, e incluso se oculte, nos da la pista de los turbios intereses que provocan las aguas casi gratis de un Trasvase aciago. ¿No se estarán desviando las aguas destinadas a regadíos hacia el desaforado crecimiento inmobiliario que también están colapsando  Levante?
El referido profesor, Fernando Maestre, ha recordado los parámetros en los que se ha fundamentado  la decisión del gobierno de Pedro Sánchez de establecer unos caudales ecológicos para el Tajo. Se cumple simplemente la Directiva Marco del año 2000 de la Unión Europea. Fue con esta directiva, ya en vigor, cuando la Sra. Cospedal presentó aquel documento infame que ha retrasado la aplicación al cauce del río de una aportación de agua suficiente para mantener la vida suficiente. Y continúa el profesor sosteniendo que el Trasvase Tajo-Segura se diseñó en unas condiciones climáticas que no son las actuales. Pero, además, se basaron en cálculos erróneos: nunca ha llovido tanto en la cabecera del Tajo como indicaba el proyecto que justificó el trasvase.  Díaz Marta lo había denunciado, aunque nadie le hiciera caso. Fue nuestro profeta maltratado. Sobre la mera apreciación visual del aprovechamiento del agua en la cuenca del Tajo se realizó un proyecto que ahora cuesta revertir por la cantidad de intereses económicos que posibilitó. No importa la explotación de unos recursos ajenos hasta la extinción, importan, en la lógica de unos beneficios depredadores, aprovechar hasta el agotamiento un recurso ajeno y ya  tan escaso como el agua. A esto algunos lo llaman solidaridad interterritorial.