Abuelo niega malos tratos: «Nadie pegaba al niño en casa»

J.M.
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La médico que atendía al pequeño dijo que el estado físico mejoró cuando estuvo con el abuelo y su pareja. La familia de acogida indicó que decía: «Abuelo malo»

Abuelo niega malos tratos: «Nadie pegaba al niño en casa» - Foto: David Pérez

El abuelo acusado de maltrato físico y psíquico contra su nieto cuendo la criatura tenía dos años, negó ayer ante la Audiencia Provincial que agrediera al menor ni que lo regañara siquiera. «En mi casa no pegaba al niño nadie», vinieron a decir el hombre y la pareja de él, también acusada por estos hechos. Ambos se enfrentan a una petición de la Fiscalía provincial de 13 años de cárcel por un delito de maltrato físico y psíquico y otro de lesiones agravadas.

La acusación de la Fiscalía provincial detalla que, entre 2013 y hasta mayo de 2014, el niño con dos años se fue a vivir con el abuelo materno V. M. M.S. y su pareja sentimental, S. B. Así, el escrito señala que el menor fue objeto de malos tratos psicológicos reiterados durante este tiempo, con constantes y repetidos golpes en la cabeza que le afectaron a los pabellones auditivos. La criatura presentaba una absoluta falta de higiene, llegando a tener sarna y zonas sin cabello en la cabeza, desnutrición radical que le provocó tener un peso y una constitución física que no se correspondían con su edad.

El abuelo materno y su pareja, quienes apuntaron que el menor les llamaba papá y mamá, defendieron que el estado físico del menor mejoró durante el tiempo que pasó con ellos en su casa en la Campana de Oropesa, alrededor de ocho meses. «Me lo llevé más bien por pena», señaló sobre el menor que vivía hasta entonces con su madre, una hija del acusado que se llevaba al pequeño esporádicamente a Madrid al inicio de esos ocho meses. La aparición de una especie de ampolla en el oído hizo que la pareja del abuelo lo llevara al médico. «Venía de Madrid con muchas carencias y retraso. Tenía déficit de peso y baja estatura», explicó la doctora que lo había atendido unas cinco o seis veces durante el tiempo que pasó con los abuelos, por lo que remontaba el origen de las deficiencias físicas a antes de la convivencia continua con el abuelo y la pareja. Asimismo, aportó que el niño estaba «más espabilado» durante el periodo con el abuelo materno y su pareja.

La familia que acogió al menor durante casi un año después de la denuncia contra sus allegados indicaron que el niño tenía pesadillas por las noches y gritaba: «No, no, no». Y una vez dijo:«Déjame salir». En este sentido, el menor acertaba a decir en diferentes ocasiones: «Abuelo malo». No obstante, no mencionó ningún nombre. El padre de acogida comentó que el pequeño se protegía en más ocasiones cuando se acercaba él. El niño se señalaba distintas partes del cuerpo como si hubiera sido objeto de agresiones, pero no la cabeza.

Las médicas que atendieron al menor en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid) indicaron que el menor presentaba inflamación en el pabellón auricular producidas por traumatismos, conocido como ‘orejas de boxeador’, que se deben a un golpe fuerte o a golpes repetidos en el tiempo. Asimismo, sobre la alopecia, apuntaron que no se puede precisar a qué se debía esta anomalía. Y sobre la sarna, comentaron que puede deberse a un hacinamiento o por contagio de otra persona que padeciera esta afección cutánea.

Asimismo, declaró la mujer que dio el traslado a la Fiscalía por un posible maltrato por la observación de los signos.

Los problemas en el sistema de videoconferencia obligó a posponer el juicio hasta el próximo martes día 9 a las 10 de la mañana para la continuación de las declaraciones de los peritos.