Valdecaba saca a la luz muchos yacimientos arqueológicos

M.G
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El estudio ambiental indica que la zona en la que se quiere levantar una planta fotovoltaica mantiene «un elevado número» de yacimientos que representan «gran parte de la cronología prehistórica e histórica del entorno» de Toledo

Yolanda Redondo - Foto: Yolanda Redondo

No hay una única perspectiva a la hora de analizar algo en profundidad y todo depende de los factores y condicionantes que se pongan de  manifiesto, pero lo cierto es que el patrimonio suele jugar un papel fundamental y prioritario a la hora de presentar un proyecto y es lo que puede ocurrir en Valdecaba, la zona en la que la empresa 'Lilasol Desarrollos' quiere levantar una de las dos plantas solares fotovoltaicas que se incluyen en el proyecto 'La Campiña', que aún está pendiente de autorización administrativa.

El estudio ambiental ligado a la iniciativa, realizado por un grupo de expertos, ha tenido que incluir un análisis arqueológico e histórico de estos terrenos que están próximos al Polígono Industrial de Toledo y distan 20 kilómetros de la finca Zurraquín, el otro emplazamiento en el que se quiere instalar otra planta solar fotovoltaica, para    valorar «el impacto de la obra civil de este proyecto solar».

En este caso, Valdecaba exhibe un mayor potencial arqueológico que Zurraquín «por su número elevado de yacimientos arqueológicos». En principio, se contaba con los que aparecen en la Carta Arqueológica de Toledo y en distintos expedientes, pero en el análisis se indica «que se han localizado y registrado nuevos elementos y hallazgos, de modo que en esta zona se encuentra representada la cultura material de gran parte de la cronología prehistórica e histórica del entorno de la ciudad de Toledo».

En principio, en ningún párrafo del documento se subraya que no pueda llevarse a cabo la construcción de la planta solar en Valdecaba, un proyecto que ocuparía 399 hectáreas, pero como mínimo las administraciones tendrán que analizar el proyecto a fondo, la valía del entorno y de los yacimientos arqueológicos antes de ofrecer una respuesta a la iniciativa de Lilasol.

También puede que el patrimonio también sea un elemento que dificulte que el proyecto prospere al margen de otros impedimentos, como el hecho de que ya hay dos proyectos fotovoltaicos en zonas próximas que no se han tenido en cuenta a la hora de plantear la iniciativa, tal y como ha explicado el Ayuntamiento en sus recientes alegaciones.

El estudio ambiental apunta que  «las distintas zonas del proyecto de obra son de potencialidad diversa» desde el punto de vista de la Arqueología y el Patrimonio Cultural. El propio estrechamiento del cauce del río Tajo ha llevado aparejado «la formación de terrazas fluviales formadas por arenas y gravas» que terminaron dando unas  «condiciones óptimas  para el desarrollo de poblamiento desde la época prehistórica hasta nuestros días». Sobre esta base, Valdecaba, a pesar de estar lejos de la ciudad de Toledo, «está intimamente ligado con el desarrollo histórico de la ciudad».

los vestigios. En Valdecaba se asoman yacimientos paleolíticos. Según las distintas investigaciones conocidas, se confirma la presencia de industria lítica «en cantos rodados de cuarcita, materia prima abundante en esta red hidrológica» que podría corresponderse «con restos de talleres u ocupaciones independientes de comunidades cazadoras-recolectoras desplazadas aguas abajo de los ríos y arroyos».

Además, se ha descubierto recientemente, tal y como se subraya en este análisis, «un nuevo hallazgo, que presenta industria lítica de pequeño formato y buena calidad, de un momento indeterminado del Calcolítico o Edad de Bronce y alguna cerámica de la I y II Edad de Hierro.

También figura un yacimiento arqueológico de la Edad de Bronce a 150 metros del perímetro proyectado para la instalación fotovoltaica. La documentación incluye también el yacimiento de  Velilla, en Mocejón, por su proximidad, y por tratarse de vestigios del Bronce Medio. Por otra parte, existe un yacimiento «muy importante» de la I y II Edad de Hierro, en la Dehesa de Ahín, que «incluye un caserío tradicional con valores etnográficos, y distintos yacimientos de diversas cronologías. Si bien, se trata de una zona «bastante modificada» por las labores agrícolas y por la vía de ferrocarril Madrid-Toledo.

De edad más avanzada son los vestigios de ocupaciones rurales de los periodos tardoantiguo, medieval y moderno, fruto «de la explotación agrícola de esta zona del Valle del Tajo». Además, el documento se detiene especialmente en el hallazgo de una necrópolis de inhumación  «en tumbas de laja de piedras, de tipología tardoantigua», que puede estar relacionada con los vestigios de Dehesa de Ahín, próximos al perímetro de la futura planta fotovoltaica.

También resultan significativos los restos «de importantes estructuras del frente del Tajo de la Guerra Civil, mediante una línea de trincheras en mal estado de conservación y los restos de un búnker de hormigón de gran envergadura». El estudio añade finalmente varios caminos históricos y vías pecuarias por la zona de Valdecaba, como Vereda del Rey, Vereda de las Barcas y Camino de Toledo-Aranjuez.

De momento, la declaración de impacto ambiental se ha sometido a información pública, un trámite imprescindible que exigirá el pronunciamiento de las administraciones y determinará si este proyecto, que busca la producción de energía de manera más limpia, encaja o no en Valdecaba y Zurraquín.