Cuando los efectos de la pandemia dejaron a la vista los beneficios del teletrabajo, parecía que era algo que había llegado para quedarse, sin embargo, los datos que vamos viendo con el paso del tiempo no lo confirman.

En Castilla-La Mancha, el teletrabajo se ha reducido en un 25%, es decir que ahora mismo 36.500 ocupados teletrabajan de manera habitual (más de la mitad de los días que trabajan) según el estudio 'Evolución del trabajo en remoto' que ha publicado la empresa de recursos humanos Randstad, analizando la evolución del número de profesionales que desempeñan su labor desde sus domicilios con datos procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) desde que estalló la crisis sanitaria.

Apunta el estudio que en los últimos doce meses, 12.200 profesionales han dejado de teletrabajar de manera habitual en Castilla-La Mancha. Actualmente, el volumen de profesionales que trabajan en remoto en la región supone el 2,6% del total del país. Mientras que en lo que se refiere a tasa de teletrabajo, el 4,2% del total de ocupados de Castilla-La Mancha trabaja habitualmente desde sus casas, un porcentaje 2,7 puntos porcentuales inferior al conjunto del país.

Si miramos los datos a nivel nacional, el estudio revela que apenas el 6,9% de la población ocupada teletrabaja habitualmente, un porcentaje que se traduce en 1.406.200 trabajadores en nuestro país. Ambas cifras son las más bajas desde que estalló la crisis sanitaria, siendo un 24% inferior al volumen de profesionales que teletrabajan hace un año, cerca de 1,85 millones.

De esta manera, apuntan a que se confirma que el teletrabajo «resultó fundamental para nuestra economía en los momentos más difíciles de la crisis sanitaria» ejerciendo esta modalidad el 16,2% de la población ocupada.

Hasta principios de 2021, las cifras de teletrabajo se mantuvieron estables, alrededor del 10% de los ocupados trabajaban de esta forma, pero desde entonces, el indicador, apunta el informe, no ha dejado de caer trimestre tras trimestre, hasta el 6,9% actual, 1,4 millones de profesionales.

Además el informe analiza el perfil de los trabajadores en remoto y corresponde a un nivel educativo alto, con sectores de actividad y ocupaciones concretos. En sectores como la hostelería, fue muy poco habitual, no llegando al 10% mientras que las finanzas, seguros, actividades profesionales, científicas y técnicas o de información y comunicaciones estos valores superan el 40%