Una «obra clandestina» cambia colores de un edificio protegido

J. Monroy
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El Ayuntamiento ha dado cuenta a la Comisión Especial de Patrimonio para que evalúe lo ocurrido en las dos fachadas del inmueble donde apareció el sátiro, entre Alfonso X y Navarro Ledesma

Una «obra clandestina» cambia colores de un edificio protegido - Foto: David Pérez

La actuación es tan llamativa que ya está dando que hablar en las redes sociales de la ciudad. El Ayuntamiento de Toledo ha detectado que una «obra clandestina», sin licencia alguna, ha cambiado en un edificio protegido los colores en sus dos fachadas, en Alfonso X y Navarro Ledesma. El edil de Cultura, Teo García, informa de que ya se ha dado cuenta a la Comisión Especial de Patrimonio para que lo valore de forma inmediata.

De momento se sabe que la propiedad ha pintado la fachada sin permiso de Cultura y ha dejado unas franjas color blanco y naranja en la pare inferior del edificio, que se había quedado en un blanco uniforme tras la obra acabada por el Consorcio en 2018. También se ha cambiado la puerta de entrada a las termas existentes debajo del inmueble y se ha puesto una iluminación con motivos asiáticos. Con todas las cautelas todavía, a falta del juicio de los expertos de la Comisión, García valora de forma preliminar que «las bandas no es un acabado propio del Casco histórico».

Los inspectores municipales ya han estudiado el estado del edificio, también en su interior. Ahora la Comisión Especial del Casco deberá valorar esta actuación patrimonial, sobre un edificio catalogado con la protección patrimonial 'P', y deberá determinar si hay que restituir algo en la tonalidad o el acabado del zócalo.

El problema, en realidad, no es tanto de color, como de composición. El Plan de Color del Casco Histórico, publicado por el Ayuntamiento y recogido en el Plan Especial del Casco, no recoge para el -Casco la posibilidad de pintar los revocos a bandas, como ocurre en zonas de costa. Este además establece que toda solicitud de licencia para actuar sobre una fachada en este barrio debe ir acompañado por un informe cromático que justifique el nivel de intervención, materiales actuales y nuevos, así como un informe sobre los colores originales. Además, el Ayuntamiento deberá velar por la correcta actuación.

En el capítulo de infracciones recoge que los acabados con texturas o colores contrarios a la licencia municipal en la fachada o una parte son una falta moderada, siempre que sea reversible. Se tendrán que eliminar estos colores incorrectos y restituir los que autorice una nueva licencia.

Desde 2018. Este es el inmueble en el que durante unas obras sufragadas por el Consorcio y acabadas en 2018 se encontró el ya famoso sátiro danzante, pieza romana perteneciente a un complejo de termas, que se encuentra en el museo de Santa Cruz.

Los cambios en la fachada se han producido sobre la terminación que quedó tras la intervención con dinero público concluida por el Consorcio, que dejó el zócalo de un único color. Es encima donde se ha pintado ahora. También se han cambiado puertas. Fue una obra de recuperación y conservación, tanto de las bóvedas subterráneas romanas y medievales que había en el subsuelo, como en ambas fachadas, Alfonso X y Navarro Ledesma, con un presupuesto algo inferior a 250.000 euros. La actuación quedó recepcionada hace cuatro años, en 2018. Es allí donde ahora el Consorcio desarrolla, dentro de sus rutas de Patrimonio Desconocido, la visita guiada A Thermae, que recorre el complejo y sus restos romanos y medievales.