Es un hombre de club. Lo tiene muy claro. Y por eso no ha dudado ni un segundo en calzarse las botas y dirigir los entrenamientos de la primera plantilla verdiblanca. Miguel Falcón sabe que su papel es puramente interino, y que desde las oficinas no se ha dejado de trabajar en buscar un entrenador que supla a Manolo Alfaro. Pero eso no le resta ni un ápice de ilusión.

«Tenemos que saber nuestro rol en el club, pero la verdad es que estamos muy contentos. Desde el recibimiento de los jugadores, hasta el nivel de los dos entrenamientos que llevamos», afirma Falcón empleando el plural, porque no quiere olvidarse de su cuerpo técnico.

«Veo ritmo, intensidad, motivación... puede parecer un tópico, que lo es, pero ves la plantilla y no te cuadra que no esté arriba. Esto es fútbol», confiesa con una tremenda sinceridad el encargado de dirigir los entrenamientos desde que en la jornada del miércoles el club hiciera público un secreto a voces: que Alfaro estaba fuera y, antes que él, también el director deportivo David Vizcaíno.

Falcón es de momento el hombre elegido para tomar las riendas del primer equipo, pero desde la nueva dirección deportiva de la entidad se trabaja a destajo para poder contar con un nuevo entrenador y que el técnico toledano regrese al filial.

En las últimas horas, del racimo de entrenadores que se barajaba se han caído tres de cuatro nombres. Pablo Franco se autodescartaba por considerar que tiene más caché y no quiere recalar en Tercera, Emilio Ferreras ha terminado firmando por el Getafe B a pesar de dejarse querer por el Toledo a última hora, y de Manuel Mosquera se sabe que no está interesado. Solo queda la opción de Dani Ponz, ex técnico de la UD Alzira, encima de la mesa, aunque parece que las negociaciones están muy lejos de hacerse realidad.

Es difícil encontrar un perfil de técnico de superior categoría que quiera bajar a Tercera para tratar de sacar del barro del descenso a Preferente al Toledo. Y así siguen las cosas.

Con todo, la búsqueda de sustituto para Alfaro corre prisa, puesto que aunque Miguel Falcón esté dirigiendo al equipo esta semana, tiene el impedimento de que no podrá sentarse en el banquillo las dos próximas jornadas.

El motivo es que fue sancionado con cuatro partidos de expulsión hace dos jornadas, en el duelo entre el Toledo B y el Cazalegas. Su expulsión fue del todo desacertada, porque las protestas por no pitar un penalti bastante claro fueron de su delegado, pero el árbitro fue a por Falcón y le mostró roja directa. De nada sirvió el recurso con vídeo presentado por el Toledo, ya que el comité ratificó «dos por protestar de forma ostensible o insistente al árbitro o a sus asistentes, y dos partidos por, una vez había sido expulsado, dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración». Una decisión injusta que aleja a Falcón de poder dirigir de nuevo al primer equipo.