El domingo por la mañana se celebró la fiesta de Nuestra Señora de los Remedios en la parroquia de San Miguel el Alto y todo estaba en perfecto estado. Fue a la mañana siguiente, la del lunes, cuando aparecieron sendas pintadas en la chapa que tapa la puerta de madera y una pared exterior. No fueron las únicas, también otros edificios privados del barrio Templario de Toledo sufrieron estas agresiones.

La Hermandad de los Remedios y el Gremio de Hortelanos denunciaron los hechos a Ayuntamiento y Policía Local. Responsables municipales se pusieron al habla con el párroco de San Justo, Gustavo Conde, encargado de San Miguel, y se comprometieron a limpiar las pintadas.

Un trabajo que quedó terminado el martes por la mañana. Según explica el concejal responsable, Ramón Lorente, la concesionaria de limpieza, Valoriza, es la que ha hecho la labor, siempre con la supervisión de un arqueólogo, dado que San Miguel se trata de un Bien Cultural. Se trata, apuntan Lorente y el edil de Cultura, Teo García, de un trabajo no demasiado complicado. Al ser sobre chapas y una reciente pintura plástica, se ha pintado encima, «otra cosa es que fueran sobre piedra o algo poroso».

El Ayuntamiento limpia las pintadas halladas en San Miguel - Foto: Yolanda LanchaSegún explica Lorente, los últimos meses están siendo tranquilos en la ciudad en cuanto a pintadas. Eso sí, García apela a la conciencia ciudadana «para que no haya más atentados patrimoniales y culturas incívicas despreciables como esta». A su juicio, aunque no ha tenido consecuencias, estas actuaciones son atentados «contra nuestras costumbres, nuestra historia y nuestro patrimonio».

«Servidor de Alá». Conde se consuela con el hecho de que, por lo menos, quien haya hecho la pintada la desarrolló en lugares fáciles de limpiar, como la chapa marrón que hay en la parte inferior de la puerta para evitar que entre agua de lluvia o baldeo, así como un pequeño zócalo pintado también de marrón. Así que no se ha visto dañado ningún elemento patrimonial.

Expertos en graffitis consultados por este diario explican que el significado de la pintada «es una invitación a colaborar» y que podría tener origen árabe, en este caso turco, al mencionar a Osman, el líder que estableció la dinastía otomana. Precisamente, el significado de Osman, «servidor de Alá», ha despertado algunas suspicacias, aunque todo puede ser una casualidad. Para los expertos, la pintada está elaborada por alguien que no tienen muchos mimbres en el graffiti, «algo mediocre que no va a hace un grafitero profesional, ni siquiera uno aficionado, no hay que ver más que los trazos, los rellenos y la elección de colores». Quizás han podido ser uno o varios niños con ganas de llamar la atención o molestar a la parroquia.