Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Buenas noticias

31/01/2022

Esta semana se han conocido datos que permiten recuperar algo de optimismo. Por un lado, la encuesta de población activa (EPA) indica que 2021 ha sido un año positivo, superando el nivel de empleo anterior a la pandemia, con 218.000 trabajadores más que en diciembre de 2019. De un total de 23,3 millones de población activa, 20,2 millones tienen trabajo y 3,1 están en paro. Cierto es que el número total de horas trabajadas han bajado un 3,8% y que todo se puede mejorar, pero no ha dado mal resultado la regulación existente en el mercado laboral.
La otra buena noticia es el aumento de la recaudación fiscal, los ingresos tributarios en 2021 han crecido un 14,7% alcanzando los 222,6 mil millones, un 4,6% por encima de lo recaudado en 2019. Pero es curioso que, en este aumento de recaudación, poco tengan que ver los incrementos de tipos impositivos o los nuevos tributos, si no, fundamentalmente, al aumento de las bases imponibles. Es decir, a más actividad, más recaudación, algo obvio.
Según los propios datos avanzados por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT)  en octubre, las bases imponibles habían crecido por encima del 12% en los tres primeros trimestres del año, mientras que el tipo medio de tributación solo había aumentado un 4,3%.
Es curioso, que por mucho que se insista por algunos miembros del Gobierno en que se aumenta la presión fiscal sobre los 'ricos', al final quienes más pagan son los contribuyentes 'normales' que se han visto atracados por el efecto de la inflación que, ya se sabe, es el impuesto de los pobres.
Así, los datos de diciembre indican que las retenciones por trabajo aumentaron en el mes, en un 6,8%, los ingresos por IVA un 8,4% y el tercer pago del Impuesto de Sociedades un 23%. Si la economía crece, la recaudación aumenta, si hay más empleo, se reducen las prestaciones y se hace realidad el dicho que haces más luchando contra el hambre si en lugar de dar un pez, enseñas a pescar.
La única noticia negativa es que las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB)que el Gobierno apuntaba que estarían por encima del 6%, no alcanzarán el 5%. Trabajemos todos para mejorar la economía;es una recomendación de sentido común.