Alimentos sin IVA y sin convicción

Jaime Galán
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La rebaja de impuestos en la alimentación que ha llevado a cabo el Gobierno central no convence a los vendedores. El sector cree que no se han elegido bien los productos a rebajar y que habría tenido efecto ahora, no a partir de enero

Alimentos sin IVA y sin convicción - Foto: Yolanda Lancha

Se suele decir que es difícil que llueva a gusto de todos, pero la última medida del Gobierno central, la que ha rebajado el IVA de los alimentos para paliar los efectos de la inflación, no ha terminado de convencer en el propio sector al que va dirigida la medida. Aunque evidentemente el fin de esta iniciativa es reducir el gasto del consumidor, el vendedor también busca que sus productos tengan el precio más asequible posible para el bolsillo de sus clientes.

En una medida en la que se ha reducido el IVA del 4 al 0 por ciento en los productos de primera necesidad (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas y cereales) y del 10 al 5 por ciento en aceite y pasta, las grandes olvidadas son las carnicerías y las pescaderías. Los responsables de estos negocios coinciden en que no están de acuerdo con el contenido de la medida, porque no entienden que productos como un filete de ternera o de merluza no sea más prioritario que un queso o una pera. Por eso, Sergio, gerente de una carnicería en el Mercadito Panamá & Baeza, en el barrio de Santa Teresa, opina que «si van a diferenciar productos, que al menos expliquen los criterios».

Además, este joven carnicero califica la medida de «electoralista» y que viene «para compensar», porque relata que su proveedor de huevos lleva tiempo resistiéndose pese a las dificultades a subir su precio «y va a aprovechar el descuento del IVA para hacerlo», por lo que cree que al final se va a pagar lo mismo pero de diferente manera.

Algo parecido piensan Sagrario y Augusto, los pescaderos del mismo mercado. Creen que esta rebaja no es fruto de la casualidad, sino que «llega tras la retirada del descuento a los carburantes, para compensar la balanza». Desde este negcio proponen que «el Gobierno debería haber hecho un esfuerzo y, al menos, haber aplicado la medida para que entrara en vigor durante las compras navideñas y no a partir del 1 de enero».

Luego hay casos como el de María, que pese a dirigir una frutería y beneficiarse de ese descuento en mayor medida que sus compañeros, ve «trampas» en la rebaja. Piensa que «lo que nos descuenten de un lado, nos lo cobrarán por otro» y critica que el IVA al que compran los consumidores no es el mismo al que acceden ellos en los mismos productos, por lo que añade que la medida «carece de sentido». 

El más positivo es Guillermo, gerente de una panadería en Palomarejos. Él agradece la rebaja, porque «no me puedo quejar», aunque admite que traerá confusión en algunos de sus productos. Explica que al  permanecer la bollería en un 10 por ciento de IVA, muchos de sus panes tienen pasas u otros ingredientes, lo que no deja especificado cuál es su impuesto más acorde. En cualquier caso, una barra de pan que tenga un coste de 1 euro, se reducirá a 96 céntimos a partir del 1 de enero. Algo es algo.