¿Envenenamiento o muerte natural?

Agencias-SPC
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Son muchas las dudas que rodean el fallecimiento de María Isabel Suárez, tía política del actor Luis Lorenzo, a raíz de una autopsia que apunta a una posible intoxicación intencionada tras la que podría estar el intérprete y su mujer

La causa está en manos del Juzgado de Instrucción número 9 de la localidad madrileña de Arganda del Rey - Foto: EFE

Un médico determinó en un primer momento que falleció por causas naturales, pero las dudas que rodean la muerte de María Isabel Suárez, tía de Arancha Suárez, la mujer del actor Luis Lorenzo, mantienen este deceso envuelto en la polémica un año después de producirse. Fue a raíz de una autopsia posterior practicada a la anciana, que apuntó a un envenenamiento de «etiología homicida», presuntamente causado por la pareja. Un informe que sentó la bases de un caso que mantiene en el disparadero al intérprete y a su esposa.

Tras meses de investigación, la Guardia Civil detuvo a ambos a finales de mayo y comenzó la instrucción de la causa, en manos de un juzgado de la localidad madrileña de Arganda del Rey. A lo largo de las semanas, y tras las declaraciones de diversos testigos y peritos, surgieron más interrogantes e, incluso, se imputó a una cuidadora.

Las primeras incógnitas aparecieron cuando la forense que practicó la autopsia al cadáver ratificó su análisis «con salvedades», al no descartar que la alta acumulación de cadmio -un metal pesado- pudiese haberse producido por un trasvase post mortem, citando unos estudios internacionales que examinan casos en los que se ha dado ese fenómeno, pero que consideró que «no eran extrapolables».

Similar fue la declaración de la jefa del Servicio Químico del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, que encargó un informe sobre la presencia de metales pesados en los restos de María Isabel Suárez y que, alegando los mismos motivos, también planteó la posibilidad de que la muerte de la tía política de Lorenzo se debiese en realidad a causas naturales.

El trasvase post mortem consiste en que, una vez comienza el proceso de putrefacción de un cuerpo, los metales pesados se redistribuyen desde los órganos que se van descomponiendo hasta la sangre, que termina acumulando todo el cadmio presente en el difunto.

«Nadie ha explicado cómo se produjo el consumo de cadmio ni cuántos antecedentes de envenenamiento por su ingesta aguda se han producido en la literatura médica. El cadmio por sí solo es muy complicado que cause una intoxicación», argumenta Francisco Pérez, abogado de los investigados. Sin embargo, uno de los letrados que representan a la familia de la fallecida, Pedro Martín, considera que «todavía nos encontramos en un momento muy lejano» para determinar las causas de la muerte, pero que las últimas pruebas practicadas «descartan la teoría de la redistribución post mortem».

Tanto el actor -que participó en series de gran éxito como La que se avecina o El comisario- como su pareja han sostenido desde el principio su inocencia.

Un año de pesquisas

María Isabel Suárez, de 85 años, vivía en la localidad asturiana de Grado cuando su sobrina Arancha decidió llevarla a Madrid en marzo de 2021, una medida que no compartían algunos familiares asturianos.

Meses después, el 28 de junio, tuvo lugar su muerte -aparentemente por causas naturales- en el domicilio de Rivas Vaciamadrid (Madrid) de los investigados, quienes trasladaron el cuerpo de vuelta a Asturias.

En ese momento, el hermano de la difunta sospechó que el fallecimiento podría no ser natural, lo denunció a la Guardia Civil y solicitó una segunda autopsia. Desde entonces, la Benemérita investigó durante cerca de un año a Lorenzo y a su mujer por presuntamente acabar con la vida de la octogenaria con el objetivo último de quedarse con su herencia. De hecho, el segundo informe reveló un presunto envenenamiento: en el momento de su muerte, María Isabel tenía unos niveles en sangre de cadmio y manganeso -también un metal pesado- 200 y 20 veces por encima de lo normal, respectivamente.

Otro análisis del Instituto de Medicina Legal incluido en el sumario del caso determinó que las patologías o trastornos que sufría o había sufrido la fallecida -demencia, accidentes cardiovasculares y otros- no pudieron ser los causantes de su fallecimiento.

De dicho sumario se desprende que Lorenzo y Suárez gastaron de forma sospechosa casi 23.000 euros de la cuenta de la octogenaria en los meses que vivió con ellos previos a su muerte. De ese montante, 8.800 euros se transfirieron de la cuenta de la anciana a la de los investigados el mismo día del óbito, y 1.800 al siguiente. 

A finales del pasado mayo fueron detenidos y pasaron a disposición judicial. Desde entonces, se encuentran en libertad provisional con medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado.

Interrogantes

El juzgado de instrucción número 9 de Arganda del Rey asumió la investigación llegado ese punto y, desde finales de mayo, han desfilado diversos testigos y peritos por delante de la jueza que instruye el caso.

Los primeros en testificar fueron los investigados. Lorenzo se acogió a su derecho de no declarar, mientras que la esposa del actor mantuvo su inocencia. Les siguieron el hermano de la fallecida, que insistió en las sospechas que le llevaron a denunciar, y la cuidadora de la anciana en Madrid, ahora también imputada, que relató el «empeoramiento» que sufrió a lo largo de sus últimos meses de vida.

Luego llegó el turno de la forense que apuntó al envenenamiento homicida, que ratificó «con salvedades» su informe, abriendo la puerta a la posibilidad de que la alta presencia de cadmio se debiese a una redistribución de este metal posterior a la muerte. En esta línea, la jefa del Servicio Químico del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses indicó que podría ser causa de un trasvase post mortem.

Por su parte, otra responsable del Instituto de Toxicología presentó un informe de histopatología que expone que no se han encontrado evidencias de que sufriese cuerpos de Lewy -la enfermedad a la que, según el sumario, achacaron el deceso los investigados-, aunque puntualizó que se deberían realizar otros estudios para certificar ese extremo.

Además, el estudio descarta que el manganeso presente en el cadáver fuese resultado de una intoxicación de larga duración, sino que podría ser por una ingesta aguda.

Las testificales prosiguieron esta pasada semana con las declaraciones de varios médicos que trataron a la difunta en sus últimos meses de vida. Los profesionales aseguraron haber recetado medicamentos a la anciana, a petición de su sobrina, que era la que le acompañaba a las consultas. En concreto, una doctora afirmó que la mujer de Lorenzo le solicitó que le prescribiera un fármaco que contenía ketamina. Con todo, los médicos mantuvieron que no volvieron a ver a la octogenaria desde junio de 2021, casi un mes antes de morir.