Charo Zarzalejos

CRÓNICA POLÍTICA

Charo Zarzalejos

Periodista


Lo que el PSOE no entiende

11/09/2022

Salieron muy contentos del debate en el Senado convencidos de que habían doblado las piernas políticas de Núñez Feijóo, pero es más que dudoso que este supuesto triunfo logre modificar las encuestas que colocan al PP como el partido ganador si las elecciones se celebrarán en este momento.
Y es en este punto en donde el Ejecutivo y, sobre todo su presidente, parecen haber entrado en pánico. No pueden entender que el Gobierno «de la gente» vaya perdiendo posiciones. No entienden como implantando medidas para los más desfavorecidos, que han gestionado tan exitosamente la pandemia -eso dicen en Moncloa- y que denostan de los poderosos y algunas terminales mediáticas, cómo es posible qué Nuñez Feijóo que o bien es insolvente o bien tiene mala fe según el presidente del Gobierno, a día de hoy y según todos los sondeos, incluido el CIS, se haya colocado a la cabeza del ranking electoral.
Es obvio que una buena gestión es un tanto para cualquier Gobierno, pero no es suficiente. Si lo fuera bastaría con un equipo de técnicos, pero se trata de política, que es algo bien distinto y plagado de intangibles como lo son, por ejemplo, la confianza, la seguridad, la empatía, la humildad, la presencia de ánimo... todas esas cualidades que configuran de verdad un liderazgo.
Y es la ausencia de algunas de estas cualidades lo que de verdad está lastrando las perspectivas electorales del socialismo. El presidente se ha venido arriba desde el primer día de la legislatura. Algunos de los propios y todos los ajenos reconocen que cuando pretende ser cercano, empático, hay un punto de impostura que, lejos de generar simpatía y confianza hacia su persona, lo que provoca es más desconfianza.
Resulta incomprensible que con el batallón de asesores que rodea a la Presidencia nadie haya caído en que la audiencia en Moncloa a 50 ciudadanos haya resultado algo patético, ni que a la hora del debate con Feijóo en lugar de reformar su imagen institucional pusiera semejante entusiasmo en doblar las piernas al popular con tono y gesto bien alejado de las pautas del liderazgo.
Resulta incomprensible que no haya orden en el Gobierno. Cuando no hay discrepancia por el gasto militar, la ministra de Trabajo va por su cuenta para realizar su propia campaña. Es incomprensible que por errores que cometa el PP tache al principal partido de la oposición de insumiso y calle ante la insumisión de la administración catalana ante el 25 por ciento del castellano en las aulas. Ni una palabra han dicho.
Se equivoca el Gobierno si cree que estas cosas resultan irrelevantes en una sociedad que si bien esta agobiada por la situación económica también percibe esas otras cualidades intangibles que conforman cualquier liderazgo. Va pareciendo obvio que Sánchez no es un líder, es el presidente legítimo de España y por tanto un hombre con poder y ese y no otro es el objetivo: mantener el poder.