El parque periurbano de la Fuente del Moro es cada vez más un espacio muy usado por vecinos de Polígono y Santa Bárbara y una zona de esparcimiento para toda la ciudad, como se ha demostrado este fin de semana con la carrera de bicicletas de montaña. Pero también es un espacio con serios problemas, como vienen denunciando desde hace tiempo particulares, y las asociaciones de vecinos de los dos barrios. Uno de ellos, quizás el más alarmante, es el estado de los desagües del espacio, casi bloqueados ya, lo que puede ser un peligro en caso de nuevas lluvias.
Tras este evento deportivo, la 'Fuente del Moro', El Tajo ha pedido en sus redes que haya supervisión y vigilancia en este tipo de eventos, y en todo el espacio. De paso, recuerda que está todavía pendiente de que el Ayuntamiento conteste a su exportavoz, Víctor Villén, sobre los convenios de la Fuente del Moro, así como su denuncia sobre el atoramiento de los desagües de lluvia en la zona. En el mismo sentido, su expresidente, José Manuel Duarte, ha denunciado en las redes el problema con los restos vegetales en la zona, entre otros.
La pregunta que Villén presentó en enero fue sobre el convenio de la Fuente del Moro. Desde hace tiempo, la propia Asociación de Vecinos lleva pidiendo el convenio de este parque periurbano. La idea es saber quién tiene los derechos de explotación de las tierras y el olivar públicos, y quién puede meter vehículos a motor por el parque, dado que al parecer son muchos los que entran. El exportavoz vecinal consiguió el compromiso del concejal de Participación, Juan José Pérez del Pino, de que buscaría el convenio para ver quién tiene acceso. A partir de ahí, espera que sea el primer paso para que Seprona empiece a denunciar a quien acceda con su vehículo sin permiso. Hay que tener en cuenta que en la zona había barreras que impedían el paso, que a la postre han desaparecido.
Los desagües de Fuente del Moro, bloqueados desde la DanaDe paso, Villén presentó las fotos de los desagües de lluvia de la Fuente del Moro prácticamente tapados por la tierra. Así ocurre en los pasos de la calle Río Guadiana, la del hospital. En concreto, denuncia la situación de dos pasos de agua anegados, entre el hospital y 'Luz del Tajo' y entre éste y Fusión, donde «quedan cuatro dedos para el paso del agua». Si no se limpian, en caso de que llueva, apuntó, «que nadie eche las culpas al Ministerio por tener la carretera en obras, ni a nadie en absoluto, la culpa de lo que pase será del Ayuntamiento, porque tiene los pasos tapados y la Fuente del Moro muy abandonada». Villén denuncio que al estado de los pasos se une una desbrozadora «que está nada más que picando lo verde, pero no lo palos, y te puedes encontrar palos de uno o dos metros sueltos, de forma que cuando venga agua, los va a arrastrar». Además, denunció que la parcela M11, municipal, carece de desagüe.
Finalmente, Villén recordó que Fuente del Moro es del Ayuntamiento, por lo que tiene que encargarse de su mantenimiento, más allá de los desbroces puntuales que está ejecutando con los planes de empleo. Tendrá que encargarse con ello con una empresa, previo asesoramiento técnico.
Reivindicaciones. El Tajo también ha hecho referencia a las críticas que está desarrollando en redes sociales el que fuera su presidente, José Manuel Duarte, para quien las máquinas elegidas para el triturado del entresaque que desarrolló Geacam no son las adecuadas, por lo que «lo están destrozando todo, menos las ramas».
Hace unos días, Duarte recordaba que, una vez pasada Filomena, la Empresa Pública Geacam hizo una gran tala y poda del arbolado, y después la DANA que trajo agua, inundaciones y arrastre de basuras, tierras y ramajes. Todo ello, apuntaba, «ha venido a agravar los desperfectos y deterioros que ya existían por falta de cuidados y mantenimiento de las administraciones, y en especial las distintas corporaciones municipales». Además, coincide con Villén en que la máquinas que se han metido para triturar las ramas están causando daños y no están cumpliendo con su misión.
Visto el estado de la zona, Duarte demanda que se termine de quitar los restos de poda, triturar y esparcir, retirando los restos de los senos de los arroyos, antes de que comience la época de peligro de incendios. También pide que se limpien los arroyos, dejando al descubierto todos los tubos de paso de agua bajo los caminos, y sin dejar los restos amontonados en los márgenes.
Duarte insiste en que se restauren los surcos de retención de aguas que están rotos y deteriorados, y ademas se coloquen presas de piedra con maya metálica en los arroyos para que fluya el agua, «pero no la broza y las piedras, que atascan los desagües de los caminos».
Otra demanda es la restauración de todos los caminos, «dándoles las caídas necesarias hacia los canales de drenaje que se restaurará para que el agua no circule por los caminos deteriorándolos por erosión». En ese sentido, pide la colocación de bancos rústicos cada doscientos metros aproximadamente, cerca pero fuera de los caminos, para evitar accidentes; que se coloquen unos carteles que no desentonen con el entorno y que sean informativos y formativos; y se coloquen contenedores de la basura, solo en las salidas de los caminos, y de fácil acceso a los servicios de limpieza.
También Duarte pide la limpieza y reparación de las aceras y taludes junto a la calle Río Guadiana, para evitar accidentes y que el barro atasque los imbornales de la calle, y poner un servicio de vigilancia que valga para controlar la flora, la fauna, los actos vandálicos, y demás incidencias negativas que se produzcan. No en vano, recuerda que el agua, y todo lo que esta arrastra en las lluvias, su destino final es en la autovía TO-23 lo que puede producir inundaciones.
Duarte recuerda que este espacio se habilitó para crear un pulmón verde entre los Barrios de Santa Bárbara y el Polígono, de recreo, deportivo y de expansión, y que ha sido muy necesario y útil para pequeños y mayores durante la pandemia, y que ahora está impracticable.