La sombra de Pablo Laso es muy alargada en el Real Madrid de baloncesto y quizás sea eso lo que está devorando al 'inquilino' del banquillo merengue desde el despido del vitoriano el pasado verano, Chus Mateo, el 'eterno segundo'. Ahora, tras el fracaso mayúsculo en la Copa del Rey, donde se cayó ante el Unicaja de Málaga, muchos piden su 'cabeza' y tienen como primero de la lista a un viejo conocido: Sergio Scariolo. 

La 'bomba' estalló el pasado lunes, pero los rumores no cesan. Al contrario, van subiendo de intensidad. Yes que el italiano ha demostrado tanto en la selección como en la Virtus de Bolonia, club que dirige desde la pasada temporada, que es una estrella de los banquillos. 

El problema para los merengues es que el entrenador, que ya trabajó para la 'casa blanca' entre 1999 y 2002 (la Liga fue el trofeo más destacado durante su estancia), tiene contrato en vigor con España hasta los Juegos de París de 2024, al igual que con el conjunto transalpino.     

La rescisión del contrato de Scariolo, de 61 años, con los boloñeses no debería ser obstáculo para el club de la capital, pero con la selección resulta muy complicado, ya que es incompatible. La renuncia, y menos a unas Olimpiadas no parece estar en la mente del prestigioso técnico, que puede presumir de haber logrado un oro en los Juegos, otro en el Mundial y cuatro en los Europeos.  

Desde la Federación, su presidente, Jorge Garbajosa, salió al paso de las informaciones y descartó que Scariolo vaya a romper su vinculación con la actual campeona de Europa y del mundo, así como 'número uno' de la lista FIBA, y fuese a fichar por los merengues: «Siempre hay ruido alrededor y es normal. Es un grandísimo seleccionador. Yo tengo una relación muy estrecha con Sergio, con su entorno, con su agente... y no hay nada. No hay de qué preocuparse».  

Lo cierto es que el Madrid no está contento con Mateo, que dispone de una de las mejores plantillas del Viejo Continente. No obstante, no cuenta con un base de garantías, la enfermería nunca está vacía, y aún no se ha podido explicar cómo no recaló el pasado diciembre Facundo Campazzo, que acabó en el Estrella Roja de Belgrado. De todos modos, un periódico nacional señaló ayer que el club blanco irá otra vez por el jugador argentino el próximo verano.