Andreas y el equilibrio

Diego Izco (SPC)
-

Christensen es clave en la mejoría defensiva del Barcelona, que prepara su 'final' en Mánchester

El juego aéreo del lateral danés es sobresaliente. - Foto: Alejandro García (EFE)

Faltan 24 horas para la vuelta de dieciseisavos de la Liga Europa. La misión es difícil para el Barça: eliminar al Manchester United en su propia casa. Muchas miradas estarán puestas en Lewandowski y pocas en la defensa, donde tiene un rol muy importante Andreas Christensen. No es el más rápido de los centrales (tal vez lo sean Koundé en corto y Araújo en largo), ni el más experimentado (Marcos Alonso, reconvertido, lleva más tiempo en el oficio), ni tiene la mejor salida de balón (Eric García lleva estos galones), ni siquiera el mejor juego aéreo (esta parcela era de Piqué). Y sin embargo, quizás sea el 'número dos' en todo… y, con justicia, el mejor central -o el más completo- de la plantilla. Y puede que la clave en los números que acumula el conjunto azulgrana esta temporada.   

Los logros defensivos se repiten cada domingo por la noche porque resultan sorprendentes: ha batido los 'imbatibles' registros de Liaño (Deportivo) en la 93/94, que, a estas alturas del curso, estaba por debajo de los siete goles encajados por Ter Stegen y los 17 (de 22) partidos en los que el alemán ha dejado la puerta a cero. 

Echando la vista atrás, la comparación es casi grotesca: el pasado curso, primero en el que Xavi enganchó las riendas del primer equipo (jornada 13, sustituyendo a Sergi, quien a su vez había relevado a Koeman), el cuadro culé evidenció un enorme vacío de goles en el año-uno de la era 'post-Messi', pero el técnico de Tarrasa puso el foco al otro lado del campo: en las carencias de la zaga. 

En la Liga 21/22, el Barça terminó con 38 goles en contra (uno por jornada) y dejó su portería a cero en solo 10 ocasiones; el rival marcó primero en 11 ocasiones y fueron otras 10 las veces en las que, habiéndose puesto por delante en el marcador, encajó al menos un tanto. «No sabemos cerrar los partidos», fue una frase habitual del pasado curso. Sucedió en Vigo, donde se plantó en el minuto 55 con un 0-3 a favor y terminó empatando; y en Pamplona, donde se adelantó en dos ocasiones y terminó con un 2-2 en la maleta de vuelta; y en el derbi ante el Espanyol (2-2), rescatado por De Jong en el 96 después de haber perdido una ventaja lograda a los dos minutos; y ante el ya descendido Alavés, que en tres minutos logró enjugar (y defender) el 1-0 que había encajado en el Camp Nou; y en muchos otros sitios donde las fragilidades defensivas del Barça quedaban expuestas una y otra vez. 

En su sitio

El equipo necesitaba frialdad y equilibrio atrás y Christensen tenía la mochila llena de ambos elementos. En el Chelsea, donde peleó su hueco con Rüdiger, Thiago Silva, Zouma, Tomori, David Luiz e incluso Azpilicueta, era pura calma en medio de la tempestad. «Siempre está en su sitio y sabe lo que tiene que hacer», afirmó Tuchel recientemente, cuando se cumplía un año del triunfo de los 'blues' en la final de la Champions'2021… en la que el danés saltó al campo en el minuto 38 por lesión de Thiago Silva y, a los dos minutos, Havertz hacía el gol de la victoria ante el City. 

El defensor es la gran sorpresa de la temporada porque nunca fue un indiscutible con Tuchel y, en un 'planeta-fútbol' de grandes millonadas en la élite, porque llegó a coste cero. Incluso para incorporar a Ronald Araújo a su cantera el club desembolsó 4,70 millones de euros a Boston River. Koundé (50 más variables) ha terminado escorado en la derecha porque el rendimiento de Christensen ha aportado el temple necesario en un flanco, el izquierdo, donde se necesita sobriedad porque habitualmente los carrileros vuelan, en ataque (Jordi Alba primero, ahora Alejandro Balde). 

Como en Dinamarca, donde forma desde hace años una pareja estable y firme con Kjaer, Christensen se siente líder en este equipo, y eso se nota. Con 59 puntos en 22 jornadas, solo el Barça de Guardiola (en la 10/11) logró sumar más (61) que este de Xavi, que se pone en el segundo escalón junto a las puntuaciones logradas en la 08/09 y en la 12/13. En todas ellas, por supuesto, el equipo culé fue campeón de Liga:con cuatro puntos de renta sobre el Real Madrid en la primera, nueve en la segunda y 15 en la tercera.