El río Tajo traerá más agua a su paso por Toledo el 1 de enero

Jaime Galán
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El Consejo Nacional del Agua ha aprobado el Plan de cuenca, que garantizará un caudal mínimo de 7 metros cúbicos por segundo desde Aranjuez. El secretario de Estado aclaró públicamente que se mantendrían los tres escalones pactados en mayo

Los caudales ecológicos previstos para el tramo de Aranjuez (7 m3/segundos a partir de 2023, 8 m3/s en 2026 y 8,65 m3/s en 2027) se cumplirán pese al programa de seguimiento del Trasvase Tajo-Segura. - Foto: David Pérez

Una victoria que puede marcar la guerra del agua. En Murcia ayer lo veían como todo un «engaño» del Gobierno central. Y en Castilla-La Mancha se celebró como una «decisión histórica». Pero lo cierto es que el río Tajo a su paso por Toledo mejorará su caudal desde el próximo 1 de enero. Así se decidió ayer en el Consejo Nacional del Agua. Aunque no se ha concretado cuál será la cifra exacta para Toledo o Talavera sí que se habla de 7 metros cúbicos por segundo para Aranjuez a partir de 2023, de 8 para 2026 y de 8,65 para el tercer tramo de 2027. Esta decisión indica que también aumentará el caudal de agua en la capital castellano-manchega, al sumar el afluente del Jarama después del tramo del Tajo en el municipio madrileño.

El Consejo Nacional del Agua se celebró ayer con la duda de si se iba a votar el documento pactado en el mes de mayo, que establecía unos caudales mínimos escalonados, o el de la última modificación comunicada en noviembre, que incluía una revisión o Plan de Seguimiento en 2025 por el cual si el río se encontraba en buen estado no se aplicarían los dos últimos escalones pactados para los caudales del Tajo. Finalmente, el Consejo Nacional del Agua ha aprobado el documento del mes de mayo pese a las dudas y presiones del Levante al respecto.

Esas dudas se producían porque fue el representante de Castilla-La Mancha el que esclareció que por legalidad debía votarse el documento del mes de mayo. En cualquier caso, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, aclaró públicamente que se mantendrían los tres escalones pactados en el documento para los caudales ecológicos con independencia de lo que diga el Plan de Vigilancia o Seguimiento que demandaban las regiones de Murcia o la Comunidad Valenciana.

La mayor prueba de que todo ha salido en favor del río Tajo son las reacciones vividas en estas comunidades autónomas mencionadas. El consejero de Agua de la región de Murcia, Antonio Luengo, culpabilizó ayer al Gobierno Central de «hacer creer al Levante que se iban a revisar los caudales en 2025 para luego negarlo y aprobar lo contrario en el Consejo Nacional del Agua» y estimó en «más de un 50 por ciento y 105 hectómetros cúbicos» la reducción del agua trasvasada desde el Tajo al Segura en los próximos años, en relación a que esta protección de los caudales conlleva consigo un mayor blindaje a los embalses de cabecera.

Los expertos en Medio Ambiente y Agua consultados por La Tribuna aún estaban confusos por las diversas filtraciones vividas a lo largo de la celebración de esta cita, pero recalcaban como mensaje principal que hay que tener prudencia hasta ver el resultado final del decreto, que no se puede catalogar esto como una victoria, sino de un paso más en la lucha, porque los caudales «aún son insuficientes», «no son el hazmerreír al que estábamos acostumbrados, pero sigue siendo un Plan Hidrológico de Cuenca malo», señalaron. En cualquier caso, la panorámica del río es hoy más esperanzadora que ayer.