Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Barahúnda mayera

19/01/2023

A cuatro meses de las elecciones municipales y autonómicas, los estrategas de los partidos pugnan por definir el marco político (y pasional) en que han de celebrarse. A priori, eso no debería ser necesario, porque el 28-M elegiremos a nuestros alcaldes, concejales y presidentes regionales, avalándoles o rechazándoles por la gestión realizada en los últimos años y sus propuestas de futuro. Pese a tan palmaria realidad, desde el Partido Popular estas votaciones se afrontan con una perspectiva diferente: nacionalizarlas y convertirlas en plebiscito contra Pedro Sánchez, tiñendo de azul el mapa de pueblos, ciudades y regiones, allanando el camino de Núñez Feijóo hacia la Presidencia del Gobierno. Y para lograrlo, están trufando la partida con cuantos clichés apocalípticos han acuñado contra la coalición gubernamental y sus socios parlamentarios.
Cuando oigo insistir en que el sanchismo, en connivencia con la extrema izquierda y el independentismo, labora cada día por erosionar ilegítimamente nuestra convivencia política, institucional y social queriendo cambiar la Constitución por la puerta de atrás, me quedó perplejo. Debo de ser muy cándido. Igual me ocurre cuando dicen que, sumidos en una deriva totalitaria, este Gobierno puede convertir en realidad cualquier pesadilla, por inimaginable que ésta sea. Y no les cuento, si arguyen lo de 'Sánchez o España', sublimación de aquella ayusada de 'socialismo o libertad', o que en próximos meses veremos a los 'socialcomunistas' hacer cosas que nos dejarán helados.
Para este sábado, plataformas, asociaciones y foros de la derecha social más extrema, lideradas por personajes como Rosa Díez, Jaime Mayor Oreja o Cayetana Álvarez de Toledo, han convocado en Madrid una nueva barahúnda contra las políticas gubernamentales. Hace cuatro años, también como antesala de las municipales y autonómicas, propiciaron la kermés 'trifachita' de la plaza de Colón, de cuya foto cada vez quedan menos protagonistas en primera línea política. Esta concentración, huelga decirlo, será jaleada por quienes no dudan en adulterar el verdadero sentido electoral del 28-M, queriéndonos hurtar lo cercano y convertir el último domingo de mayo en un épico puente que cruzar en su rumbo a la Moncloa, sin mostrar pudor alguno, ya, por si necesitan cimentar sus pilares en el fangal voxista.