La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss afirma que hay numerosos textos científicos y legales sobre la necesidad de que el Tajo tenga un caudal ecológico, que debe fijarse «desde una perspectiva de rigor técnico» y no con un planteamiento político, y apunta que «aunque a los regantes del trasvase les parezcan una barbaridad» los caudales mínimos del nuevo Plan de Cuenca «son muy mínimos».

El investigador de la Cátedra del Tajo Raúl Urquiaga se pronuncia sobre todo lo que se ha hablado esta semana respecto al río y, en concreto, las afirmaciones de que no hay consistencia científica en obligar a un caudal ecológico en el Tajo.

«Se está diciendo con mucha facilidad que no existen informes técnicos o científicos que digan que tiene que haber caudales ecológicos en el Tajo y es todo lo contrario», ha señalado aludiendo a numerosos textos científicos y legales «que avalan esa necesidad de caudales ecológicos», establecida, sobre todo, en la directiva marco de aguas y en la legislación española.

Raúl Urquiaga, investigador de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss - Foto: David PérezDe hecho, está certificado en las cinco sentencias del Tribunal Supremo que dieron la razón a la ciudadanía y a las administraciones públicas que recurrieron el anterior Plan Hidrológico: «la sentencia del Tribunal era bien clara en cuanto a establecer que los caudales ecológicos son necesarios y obligatorios, fundamentales para el funcionamiento de los ecosistemas fluviales», ha apuntado.

Urquiaga explica que el régimen de caudales de un río tiene varios componentes (caudal máximo, caudal regenerador o de crecida, tasa de cambio y caudal mínimo) y el nuevo Plan Hidrológico solamente recoge un caudal ecológico completo en quince masas de agua de la cuenca del Tajo, algo que la Cátedra critica porque sigue siendo incumplir las sentencias del Supremo que marcan que los caudales de crecida son necesarios para el buen estado de los ríos.

«No nos podemos quedar únicamente en unos caudales mínimos que, además, para nosotros, son muy mínimos los que se han establecido. Y tenemos datos que lo atestiguan. Aunque a los regantes del trasvase Tajo-Segura les parezcan una barbaridad, lo que vemos es que los caudales marcados son muy mínimos y no van a servir para cambiar mucho el funcionamiento que tiene ahora mismo el Tajo», ha manifestado.

La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, que surgió por un convenio entre las instituciones que lo amparan a mediados de 2021 aunque de forma plena empezó a trabajar a finales de 2021, subraya que es importante establecer los caudales «con rigor técnico» porque no se trata de llegar a acuerdos políticos entre partidos o comunidades autónomas sino que los caudales ecológicos «tienen la función de mantener la salud de los ríos».

En este sentido, los investigadores se alejan de las opiniones políticas y llevan meses alertando de que el nuevo Plan Hidrológico «por mucho que se esté diciendo desde distintas esferas, no va a solucionar los problemas del Tajo».

«Estamos intentando hacer esa pedagogía, sobre todo insistiendo en lo que van a suponer los caudales ecológicos que están establecidos en el nuevo Plan e intentando establecer cuáles serían los caudales ecológicos más acordes para alcanzar y mantener el buen estado de las masas de agua del Tajo», señala Raúl Urquiaga.

Además de investigar intentan divulgar, pero llegar a la ciudadanía es «complicado» y más aún con «tanto ruido mediático» como el que ha habido estos días, subraya Urquiaga.