«Hay una situación de emergencia, pero no de catástrofe»

M.G
-

El gerente del Complejo Hospitalario de Toledo, Juan Blas, explica la situación sanitaria, las complicaciones de los últimos días y la gestión ante el aumento de la presión hospitalaria. Asegura que hay material, personal, UCIS y camas suficientes.

«Hay una situación de emergencia, pero no en una catástrofe» - Foto: Yolanda Lancha

La situación sanitaria en Toledo lleva días complicada por el aumento de contagios de coronavirus  y las incidencias del temporal. ¿Cómo se encuentra la presión hospitalaria en estos momentos?

La situación sanitaria en Toledo, en Castilla-La Mancha y en toda España está un poco complicada. La tasa de incidencia del covid ha  ido aumentando y lógicamente en los centros sanitarios se nota un poquito más tarde la aparición de la clínica en relación a cuando se produce el contagio. Hemos tenido un par de días bastante complejos, llegamos al pico de máxima incidencia de atención, que fue el martes, y desde entonces hemos ido bajando y ahora estamos en una situación moderada aceptable. Ya no tenemos la sensación de apuro que tuvimos el otro día, pero todavía la ola está ahí y esperemos que no vuelva a crecer otra vez, que vaya descendiendo.

Si comparáramos la presión hospitalaria actual con la de la primera ola de marzo y abril, ¿estamos mejor, igual o peor?

La diferencia de esta ola con la primera es que entonces únicamente atendíamos pacientes covid y la frecuentación era bastante mayor de estos pacientes. Ahora tenemos pacientes covid en menor número que en la primera ola, pero como atendemos otros pacientes con otras patologías la afluencia al hospital ha aumentado.

¿Cómo se encuentran las UCIS del Complejo Hospitalario? Los sindicatos no paran de decir estos días que están llenas y hablan de una situación muy complicada.

Nosotros tenemos una UCI en el Virgen de la Salud con 26 camas, pero no es la única unidad de críticos que disponemos en el hospital, también tenemos la unidad de cirugía cardiaca, la unidad de coronarias, la de ictus y las de reanimación posquirúrgica y en cualquier momento se pueden adaptar como puntos de atención para pacientes críticos. De hecho, ya hemos tenido que ir adaptando alguna.Tenemos material, respiradores, monitores y personal suficientes para poder atender esta situación.

Además, no solo en el Virgen de la Salud, también en el Hospital de Parapléjicos hemos abierto dos unidades, una con doce camas y otra en la que posiblemente lleguen a catorce para seguir atendiendo pacientes. Puede haber un día en el que haya apuro de camas, pero abrimos otra unidad y el apuro desaparece.

La presión hospitalaria también ha obligado a derivar pacientes de la zona de la Mancha al hospital de Alcázar y de La Sagra a Talavera, ¿verdad?

No hemos derivado pacientes, pero sí hemos dicho que cuando la frecuentación en Urgencias llegue a un punto máximo que los pacientes de las zonas más próximas a los hospitales de Alcázar y de Talavera que se lleven a las urgencias de ambos centros sanitarios.

Las Urgencias del Virgen de la Salud en los últimos días han ofrecido una importante saturación o colapso, como apuntan desde los sindicatos y desde los propios profesionales sanitarios con una buena cantidad de personas, 90 uno de los días más problemáticos, esperando ingreso. ¿Cómo se encuentra el servicio a finales de semana?

Lógicamente es una situación compleja y hace unos días -en referencia a martes y miércoles de la semana pasada- alcanzamos el pico de máxima frecuentación y asistencia, y ya vamos mejor dentro de la complejidad de la situación. No estamos en una situación de normalidad absoluta, pero estamos más tranquilos.

Los sindicatos han llegado a solicitar la posibilidad de que se monte un hospital de campaña para que todos los enfermos tengan cama y se alivie la presión que sufre el Virgen de la Salud. ¿Es necesario?

Entendemos que no. Los hospitales  de campaña no dejan de ser una nave en la que se tienen camas, pero no se tienen recursos asistenciales. Nosotros tenemos disponibilidad en el hospital Virgen de la Salud y en otros hospitales del complejo de zonas de expansión, aunque queden pocas,  para continuar con la actividad. Hay que tener en cuenta que cuando se concentran los profesionales se consigue mucha más eficiencia en los tratamientos que cuando se dispersan. Sobre todo, si cuando los dispersas los recursos son mínimos como ocurre en los hospitales de campaña que se montan en grandes catástrofes. Nosotros estamos en una situación de emergencia, pero no en una catástrofe que no podamos asumir ni atender.

Antes comentaba que durante la primera ola se paralizó la agenda de los distintos servicios sanitarios para atender a los pacientes con coronavirus. ¿Están funcionando todos los servicios y se realizan operaciones con normalidad o ha habido que poner limitaciones por efecto de la pandemia?

Hay  veces que según la demanda tenemos que suspender alguna actividad para cubrir otras. Cuando la situación de presión disminuye recuperamos la actividad. Por tanto, no suspendemos nada, son aplazamientos temporales o parciales de uno o dos días hasta que  se normaliza la situación y se vuelve a retomar la actividad. Lógicamente esa actividad no puede estar al 100% porque no podemos asumir el covid y lo que no es covid todo a la vez, pero igual que la demanda oscila, la oferta que hacemos nosotros también lo hace hacia un sentido u otro. La oferta siempre es la misma, pero un día la dedicamos a covid y cuando disminuye esta presión aumentamos la de pacientes convencionales.

La ciudadanía manifiesta bastante preocupación por la situación sanitaria e incluso en redes sociales llega a plantearse que los servicios sanitarios están colapsados y pueden no llegar a atender patologías graves no relacionadas con covid, como infartos, ictus y otras.

El hospital sigue funcionando, indudablemente. Yno hay más que darse una vuelta por el hospital y ver la tranquilidad que se vive dentro. Hay momentos puntuales con más frecuentación y demanda y los profesionales están un poco más angustiados porque les gustaría dar solución inmediata a los problemas. Además, llevamos mucho tiempo de pandemia y la gente está cansada. Intentamos dar los descansos oportunos, pero lógicamente tenemos todo el personal que hemos podido conseguir para poder funcionar.

Estos días desde el sindicato médico CESM aseguran que falta personal sanitario, pero también aluden a la imposibilidad de nuevas contrataciones porque no hay profesionales desempleados.

Médicos ya no queda ninguno prácticamente en bolsa de trabajo y a nivel de enfermería todavía menos. Estamos incluso planteándonos hacer convenios con las facultades de enfermería para que cuando los profesionales se titulen ofrecerles un puesto de trabajo.

Respecto a las instalaciones, el Hospital Virgen de la Salud no para de tener desperfectos y goteras. En estos días se ha roto la calefacción, se ha hundido parte del techo de rehabilitación... ¿Está en condiciones de continuar así?

Indudablemente, se ha reparado todo. El problema con la calefacción no ha ocurrido únicamente en el Virgen de la Salud, también en muchos otros hospitales, en hoteles y en otros edificios. LLegamos a tener trece grados bajo cero en Toledo y esta temperatura hace saltar las tuberías de cualquier sitio.

Además, las del hospital están al aire, en las terrazas. No es que haya goteras, es que el circuito de estas calefacciones se vacía y el agua lógicamente cae dentro del hospital. Se ha arreglado todo, la calefacción al día siguiente prácticamente, y a pesar de las inclemencias del tiempo hemos podido subsanar estos problemas. No ha sido un mal del hospital, sino de todos los sitios.

Desde el Colegio de Médicos de Toledo se pide agilizar el plan de traslado al nuevo hospital? ¿Es viable?

El planteamiento que tenemos es que vamos a un nuevo hospital, no es un traslado de edificio. Si hubiera sido así simplemente llevándonos la tecnología hubiera sido más fácil. Pero nosotros queremos irnos a un hospital nuevo, con tecnología nueva, con una dotación mejorada, con nuevos servicios y genera una serie de concursos públicos para la adquisición del material porque así nos lo demandan  los profesionales. Nos encontramos en esa fase de adquisición de material para realizar la instalación y cuando esté listo haremos los traslados.

Tampoco podemos olvidar que el nuevo hospital lo mantenemos abierto con una serie de servicios y seguimos cumpliendo el calendario de traslado. Ya empezamos el último día de noviembre a trasladar y ahora estamos viendo con el servicio de dermatología las instalaciones porque se trasladará el 1 de febrero. Estamos preparando las consultas, el mobiliario y el traslado. Y así vamos a seguir el traslado planteado a pesar de las inclemencias de la pandemia mientras nos sea posible.

Recientemente, el sindicato CESM ha subrayado que el plan de traslado al nuevo hospital «estaba medio parado». Pero según comenta, se va en fecha, ¿no?

Sí. Estamos cumpliendo la fecha prevista y tal como lo teníamos planteado. También estamos aprovechando el espacio que liberamos en los hospitales viejos para utilizarlo si hace falta para la atención  hospitalaria.

 Si la pandemia y los contagios siguieran avanzando y llevando más al límite la presión hospitalaria, ¿habría alguna posibilidad de habilitar parte del nuevo hospital para continuar atendiendo a enfermos de coronavirus?

Inviable no hay nada, aunque es una posibilidad muy remota. Lo que no vamos a hacer es dejar pacientes en la calle, indudablemente. Si hiciese falta montaríamos un hospital similar al Zendal o al Ifema en el hospital nuevo, pero no va a hacer falta.

La Asamblea en Defensa de la Sanidad Pública dice que se están mandando las operaciones de trauma al Quirón y que se ha dado órdenes al personal para que manden a los mayores que tengan que ingresar en el Valle a una residencia en Villacañas.

Todo eso no es cierto y quiero dejarlo claro. No estamos derivando al Quirón, todo lo contrario, ellos nos mandan a nosotros urgencias porque están llenos de pacientes covid y tuvieron problemas con sus instalaciones por la tormenta. Y lo mismo ocurre con el tema de Villacañas. Las residencias de mayores las tenemos de apoyo para los hospitales, pero no son hospitales y no ingresamos a nadie en ellas. El paciente que se deriva a una residencia es un paciente de alta hospitalaria y que no puede hacer el aislamiento en su domicilio por lo que sea o está solo, o tiene limitaciones para continuar con los tratamientos y entra como estancia temporal en estas residencias para prestarle el apoyo que necesite hasta que esté en condiciones de irse a su domicilio, pero no son ingresos ni hemos prohibido ingresar a ningún paciente en los hospitales.

La Junta de Personal del Virgen de la Salud ha denunciado hace unos días que había pacientes ingresados en planta candidatos a la UCI que no podían acceder por falta de espacio.

Eso no es cierto. Hoy por la mañana -en referencia al pasado viernes- teníamos cuatro camas libres y me extraña. Además, estamos pensando en habilitar otras unidades para utilizarlas como unidad de críticos, como la coronaria o la de ictus. Tenemos espacios, camas suficientes, aparatos y personal para poder abrir bastantes más camas de  UCI si fueran necesarias.

A nosotros el Ministerio nos pidió una lista de recursos para saber qué necesidades asistenciales podíamos cubrir en caso de epidemias importantes y le facilitamos todos los que teníamos, que supone triplicar las camas que habitualmente utilizamos, es decir, que si llenásemos todas las camas estaríamos al 300% de la capacidad, pero estos son números matemáticos y no la realidad porque estamos adaptados perfectamente.

Además, hemos abierto una unidad UCRI, de cuidados respiratorios intermedios para pacientes que ya no tienen que estar en la UVI y se les da atención con ventilación con oxígeno de alto flujo, pero tampoco podrían estar todavía en la planta y atender en las mejores condiciones a los pacientes.

¿Tiene pensado usted como gerente del Complejo Hospitalario reunirse con los sindicatos? Demandan información, soluciones y más diálogo. Incluso dos de ellos SIMAP y UGT han solicitado su dimisión.

Nosotros tenemos reuniones prácticamente todas las semanas y todas las mañanas en el salón de actos del hospital, donde acuden los jefes de servicio, médicos, enfermeras y desde abril invitamos al presidente de la Junta de Personal. No podemos estar todos porque el salón de actos tiene una limitación de espacio, pero él viene todos los días y le facilitamos la información de la situación del hospital, de las medidas que se van a adoptar para ampliar los recursos asistenciales y le hablamos de la problemática y cómo se va a solucionar. Entendemos que la información está ahí, pero si lo que quieren los sindicatos es que nos juntemos todos los días... La información está ahí y en ningún momento se le ha dicho al presidente de la Junta de Personal que no venga.

¿Cómo avanza la vacunación del personal sanitario en Toledo?

Estamos bastante adelantados. La semana pasada hubo un envío más corto de la vacuna de Pfizer y mandaron bastantes menos dosis de las que habían dicho por un problema técnico. Aún así, tenemos vacunados prácticamente a todos los servicios de primera línea. En el hospital del Valle están prácticamente todos vacunados,  en el Provincial se ha realizado ya la vacunación de una de las dos fases en la que lo hemos dividido y hemos empezado a vacunar servicios que no son de primera línea porque queremos vacunar a todo el hospital. Posiblemente, en unos días tengamos vacunados a todos los sanitarios.

Una pregunta como médico. Hablan los expertos de la necesidad de un confinamiento estricto similar al de marzo como mejor medida para rebajar los contagios de covid. ¿Usted sería partidario?

Se ha demostrado que la mejor medida o la más eficaz para contener la transmisión del virus es el aislamiento domiciliario, pero es muy complejo tomar esa decisión porque no podemos ahogar a la economía. Es difícil, pero indudablemente el confinamiento ayudaría a que la bajada de la curva de esta enfermedad fuera más rápido, pero la gente también tiene que comer.

Cambiando de tema. Las madres de Adrián, un niño de siete años con epilepsia refractaria, piden al Sescam y a la gerencia del Virgen de la Salud que deriven al niño al hospital Ruber para que le operen en unos días a pesar de que la operación cueste 50.000 euros y se trate de un hospital privado. Ellas rechazan su traslado a uno de los dos hospitales públicos catalanes planteados como alternativa porque aseguran que la operación se retrasaría mucho tiempo y la patología del niño requiere una solución rápida para evitar el deterioro cognitivo. ¿No hay ninguna posibilidad de autorizar esa intervención en el Ruber?

Estamos gestionando y evaluando este tema con los hospitales de Cataluña que hacen esta técnica para que lo puedan hacer con la mayor  rapidez posible. Nosotros primero tenemos que utilizar el sistema  público y no el privado y en caso de que no pudiéramos atender en tiempo y forma sí se utilizaría el sistema privado. Primero vamos a intentarlo por lo público, que para eso está.