«La subida de precios es de locura y no la podemos repercutir»

J. Monroy
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Responsable hasta ahora de la patronal provincial, AECA, Saturninio Gómez acaba de acceder a la presidencia de la Federación Regional, Fereco.

«La subida de precios es de locura y no la podemos repercutir» - Foto: David Pérez

 ¿Cuáles quiere que sean sus principales líneas de acción durante los próximos años?

Como siempre se ha hecho en la Federación, iremos las cinco asociaciones de la mano, y tendremos que adaptarnos a las circunstancias de cada momento y en cada una de las cuestiones que vayan surgiendo. Siempre se ha considerado fundamental tener un criterio uniforme, y con el buen entendimiento y el debate interno, hasta el momento ha sido el mejor argumento de Fereco.

Llega en un momento complicado, con el incremento de la inflación y la subida de tipos. Sin embargo, el mes de marzo fue el mejor en venta de viviendas desde la burbuja. ¿Cómo se explica esto?

Porque la vivienda sigue siendo un bien de primera necesidad y han sido muchos años de demanda contenida desde la burbuja que usted menciona. Los precios, en muchos casos, se han ajustado desde entonces y muchas familias han visto el momento de adquirir la vivienda, después de bastantes años de contención.

¿Cómo ha evolucionado el precio de sus materiales?

El incremento de los precios solo puede calificarse de locura, y más en un sector como este. Téngase en cuenta que el incremento no puede repercutirse al cliente final, como en otros sectores: no puedes decirle al comprador en el momento de la escritura que el producto cuesta un diez o un quince por ciento más. Sencillamente, es inviable y no es el deseo del sector. Pero también hay que buscar algún tipo de fórmula de estabilidad para el precio de materiales, y que las propias empresas no vean una temeridad poner en marcha nuevas promociones, ya que deben respetarse los precios dados en el momento de la señalización por parte de los compradores, y en ocasiones pasa demasiado tiempo, con la consiguiente incertidumbre. Por no hablar del problema mayúsculo que dicho incremento de los precios ha generado en la obra civil, tanto en la ejecución de la obra contratada como en la presentación de plicas en las nuevas licitaciones.

Y todo esto, después de dos años de pandemia. ¿Cómo le ha afectado al sector en Castilla-La Mancha?

Ya en plena pandemia el sector no paró su actividad y fue uno de los motores que se mantuvo vivo y tirando del resto. No puede decirse que no sea un buen momento desde entonces, principalmente en pequeñas obras, reformas... pero insisto en la necesidad de conseguir estabilidad si queremos mantener este ritmo.

¿Cómo está el empleo?

El sector vuelve a ser uno de los motores del empleo y la economía y, de hecho, hay demanda de mano de obra en el sector, principalmente en determinados puestos y ocupaciones, que hay notables dificultades para cubrir. Sin duda, el sector es un buen yacimiento de empleo.

Hay regiones, como Valencia, en las que se habla de falta de suelo. ¿Cómo está esta cuestión en Castilla-La Mancha?

Decir que Castilla-La Mancha, con la extensión que tiene, tiene problemas de suelo, puede sonar paradójico. Pero sí es cierto que ha de disponerse de suelo en condiciones de ser desarrollado para las necesidades de la sociedad, tanto en cuestión de vivienda como en infraestructuras y dotaciones, para lo cual es fundamental la agilidad en las Administraciones competentes, de cara a poner este suelo a disposición de la sociedad, en el momento adecuado.

Con estos factores, ¿cómo cree que pueden evolucionar precio y mercados de la vivienda nueva?

Los precios, aunque parezca una redundancia decirlo, siempre van a estar condicionados por la demanda y el mercado. Y uno de los factores que van a condicionar el mercado es la confianza que puedan tener todos los intervinientes en el proceso, desde los promotores y constructores hasta los compradores y, por supuesto, la agilidad y seguridad jurídica con la Administración. Difícilmente un promotor puede ofrecer una vivienda a un precio si antes no conoce el coste que le supone la construcción, y este coste es difícil de estimar si, por ejemplo, no tenemos una seguridad tanto en la evolución de los precios como en los plazos para poder desarrollar la actividad, en cuanto a licencias y demás.

Hay voces que alarman sobre una nueva burbuja. ¿Es descabellado?

 Opiniones hay para todos los gustos. Debemos valernos de la experiencia anterior para no caer en los mismos errores. Pero tampoco debemos hacer dogmas al menor indicio. Tanto constructores como compradores conocen, mayoritariamente, los parámetros en los que pueden desenvolverse.

¿Los fondos europeos van a ayudar en un incremento de la obra civil?

Los fondos europeos, cada uno en el destino que le corresponde, deben suponer un empujón importante para el desarrollo, en general. Y debemos ser muy conscientes de la importancia de éstos, para concienciarnos en sacar adelante su gestión, sería un sin sentido que pasaran de largo sin materializarse.

En la anterior crisis, se apostó por fomentar la restauración como salvavidas de la construcción. Ahora mismo, ¿cómo está esa rama del trabajo?

La restauración, rehabilitación, mejora en general... sigue siendo la principal vía de actividad para la mayor parte de las pequeñas empresas que, no olvidemos, son cerca del noventa por ciento del tejido empresarial.