Los vecinos de las 148 exigen a Gicaman «vivir dignamente»

M.G
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Los inquilinos piden vivir «en condiciones» en esta promoción de VPO y están cansados de la falta de seguridad y de los conflictos. Exigen a la empresa pública medidas para evitar más ocupación

Los vecinos afectados se plantan en la puerta de Gicaman - Foto: Yolanda Lancha

«Vivir en condiciones y con dignidad». Es lo único que piden los inquilinos de las 148 viviendas de Río Yedra a Gicaman, propietaria de las viviendas. Una treintena de afectados se concentró esta mañana a las puertas de la empresa pública porque están muy cansados de soportar conflictos, problemas de drogas, de ocupación, de falta de limpieza y de condiciones en la promoción. 

«Todos los días tenemos algo desde el año 2016 y lo sabe la Policía y la administración, pero no hacen nada», explicó Mari Carmen, una de las representantes vecinales, poco antes de volver a pedir a Gicaman que se siente con los vecinos a ofrecer respuestas, tanto económicas como las que sean necesarias para que la promoción de viviendas sea habitable porque en estos momentos los inquilinos denuncian falta de seguridad y lamentan no poder usar el patio, los garajes y están muy cansados de tener que vivir en malas condiciones cuando existen soluciones.

En este sentido, los afectados quieren sentarse con Gicaman y dejar a un lado las comunicaciones por escrito porque hasta la fecha «no se ha resuelto nada». Además, también aluden al grave problema económico que acusa la promoción por deudas e impagos a pesar de que haya vecinos que estén abonando puntualmente el alquiler. 

En este caso, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de Gicaman, acaba de ofrecer una rebaja del 50% en los alquileres, dado que buena parte de los inquilinos tiene problemas económicos y resulta complicado que puedan pagar el precio de la VPO. Por tanto, es la solución que maneja dado que no se puede cambiar la calificación de la promoción. Si bien, la condición es que los residentes también se vayan quitando poco a poco la deuda que mantienen con la administración. 

No obstante, la propuesta no ha calado, aunque en un primer momento parecía que los representantes vecinales sí estaban dispuestos a aceptar esta iniciativa de carácter voluntario, pero finalmente  han lanzado una contrapropuesta para pagar un máximo de 200 euros por familia, una cuantía que la administración no puede aceptar  porque no ayudará a rebajar las deudas contraídas.

«No nos pueden tratar a todos por igual», se quejó Mari Carmen, porque hay familias que se esfuerzan y pagan sus alquileres. «No queremos que nos regalen nada, queremos pagar, pero tampoco podemos vivir en estas condiciones», insistió ayer en medio de la protesta. Explicó también que hay inquilinos que viendo la cantidad de impagos que se están acumulando han optado por el mismo camino, pero otras familias siguen cumpliendo las condiciones de los alquileres.

Medidas. Los vecinos de la calle Yedra también apuntan que la promoción tiene  un importante problema de ocupación, pero en este terreno prefieren no entrar porque es la administración la competente y la que lo tiene judicializado. Aun así, les resulta incómodo convivir  con el garaje ocupado y se sienten inseguros. «Aquí no quiere venir ni Mercadona a traerte una compra», comentó la vecina. 

Al margen de los problemas económicos y de convivencia, los vecinos reclaman medidas urgentes para evitar conflictos y nuevas ocupaciones. Sostienen que Gicaman tiene que reparar la puerta de entrada para evitar que permanezca abierta o colocar «una blindada» como han hecho en la zona de los trasteros para acabar con los problemas de drogas y prostitución. También quieren «tapiar la zona de barrotes para evitar que se pueda colar la gente», y que se ofrezca una limpieza y un repaso general para reparar e iluminar la urbanización. 

A la concentración se sumó el grupo IU-Podemos del Ayuntamiento de Toledo. La concejala Olga Ávalos, responsable también del área de vivienda de la formación, recordó «que el problema viene de largo y se ha ido de las manos» desde hace tiempo y recalcó la necesidad de distinguir «entre ocupas y delincuentes» porque buena parte de los primeros no pueden pagar los alquileres por «problemas económicos». 

Además, subrayó que la Junta «está cobrando por estos pisos por encima del precio de mercado», lo que está añadiendo muchas dificultades, con lo que reclamó a la administración regional «soluciones» para los más de noventa vecinos de esta promoción del Polígono vivan en condiciones.

De momento, los afectados volverán a plantarse mañana en la puerta de la sede de Gicaman para mantener la protesta a la espera de que la empresa pública vuelva a mover ficha en este conflicto.