La situación económica de los conventos se agravó con la covid

M.G
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El catedrático de Historia Moderna de la UCLM subraya «la inacción» en la búsqueda de soluciones. El curso de verano gira en torno al estudio de 70 profesionales que se inició hace 4 años

Francisco José Aranda (izq) e Ignacio González-Varas - Foto: David Pérez

Los conventos y monasterios de Toledo irrumpen en el ámbito académico en formato de curso de verano en la Escuela de Arquitectura. El objetivo de la Universidad de Castilla-La Mancha con esta iniciativa de dos días es conocer con  mayor profundidad la historia, evolución y situación actual de estos bienes patrimoniales y crear un foro de debate que ayude a centrar la problemática, aportar herramientas y distintas posibilidades para salir de la crisis que sume a los conventos y a las vocaciones desde hace años.

El curso, titulado 'Conventos y monasterios de la ciudad histórica: gestión e intervención en sistemas patrimoniales complejos', se desarrolla en dos jornadas -ayer y hoy- y cuenta con ponencias y con la participación de expertos de relevancia nacional que aportarán su visión, su investigación y las posibles salidas para intentar que no sigan desapareciendo conventos. Las cifras están ahí, e Ignacio González-Varas, catedrático de Historia del Arte  y Patrimonio Cultural en la Escuela de Arquitectura, ya explicó hace unos días que el estudio que se inició hace cuatro años arroja que en Toledo hubo 52 conventos, pero hoy se conservan 34 y una docena de comunidades religiosas. 

González-Varas, el director y uno  de los organizadores de este curso de verano, estuvo acompañado ayer durante su presentación por Francisco José Aranda, catedrático de Historia Moderna, que ofreció un breve repaso por la situación actual de los conventos antes de dar inicio a las ponencias. En este sentido, recordó que hace cuatro años un grupo de expertos iniciaron un estudio de investigación, un proyecto impulsado por la Junta, para acercarse a la historia de los conventos, las distintas épocas y la «crisis galopante» que comenzó poco antes de la Desamortización de Medizábal, en el siglo XIX.

A pesar de la delicada situación de las órdenes religiosas, por su avanzada edad o por problemas económicos, «Toledo todavía conserva una parte muy importante de ese patrimonio» y el profesor Aranda considera que «áun no se ha llegado al punto crítico de desaparición», con lo que todavía hay oportunidades y «lo consideramos una fortaleza porque podemos recuperar a las comunidades religiosas en Toledo».

El trabajo de investigación, compuesto por un equipo de 70 profesionales,  ha ofrecido distintas dificultades durante los dos últimos años de pandemia, sobre todo, en  el análisis de campo. Además, señaló «que la situación económica de las monjas también se ha visto agravada» en estos dos años.

Aranda puso de manifiesto la importancia de los conventos en la ciudad y apuntó que en Toledo hay 14 comunidades que viven en conventos, una cifra importante si se tiene en cuenta que la Diócesis tiene contabilizadas 34 comunidades en la provincia.

A la crisis económica también se suma «la inacción» en líneas generales a pesar de que las instituciones, como el Consorcio de la Ciudad de Toledo, hayan aportado ayudas y realizado distintas restauraciones en edificios patrimoniales. En su opinión, «se hace poco», pero Aranda prefiere centrar la mirada en otra parte. «Lo interesante es que podemos estudiar y valora las comunidades religiosas porque están vivas», con lo que pueden aportar mucha información, historia y «hablar de tradiciones».

Formación. El curso de verano, dirigido a alumnos graduados en Arquitectura, Humanidades, Geografía e Historia, Turismo y Antropología, guías turísticos, técnicos de patrimonio y público interesado por los problemas patrimoniales, disfruta de la intervención de renombrados ponentes expertos en la materia, como Arturo Ruiz Taboada, arqueólogo y profesor de la Complutense; Enrique Nuere, doctor y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; o el gerente del Consorcio, Jesús Corroto, entre otros. Si bien, el arqueólogo Juan Manuel Rojas no podrá participar finalmente por estar de baja por covid.

A la presentación también asistió Blanca Notario Pacheco, profesora de Enfermería, Fisioterapia y Terapia Ocupacional en la Facultad de Enfermería, directora académica de Deporte y Cursos de Verano.  Recordó que se cumplen 35 años desde que se puso en marcha el primer curso de verano  y compartió el gran objetivo de la Universidad, «integrarse en la sociedad» y avanzar en el entorno rural.