La identificación contundente de los guardias civiles debilita las posibilidades de la defensa. Ambos sostuvieron que Abdelghani, como conductor, y Juan Carlos ocupaban el vehículo que maniobró peligrosamente para escapar el 4 de agosto de 2020 tras un atraco en un estanco de Cabañas de la Sagra. Pero la defensa del marroquí sostiene que resulta imposible que pudiera protagonizar la posterior escapatoria a la carrera por una fractura a la altura del tobillo padecida en 2018.

Sin embargo, el forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Toledo consideró que el acusado sí podía haber hecho una carrera de huida. «No estamos hablando de una maratón, sino de una carrera no muy mantenida en el tiempo», aclaró el especialista, que supervisó el tobillo del procesado días después de la detención por estos hechos. «Y a determinada velocidad», abundó sin poder precisar la rapidez.

«La fractura ya estaba soldada», apostilló el forense por los casi dos años transcurridos entre la operación del tobillo y la comisión de los hechos. Por su parte, una especialista en traumatología, que atendió a Abdelghani dos meses antes de la fecha del atraco y fue propuesta por la defensa, apuntó que «todo el mundo puede correr en una situación de estrés». La experta, que desconocía la razón por la que estaba citada en la Audiencia Provincial y revisó durante el juicio en un cuarto el contenido de su informe médico, sí concedió que le parece «muy difícil» que el acusado pudiera escaparse de los agentes y cruzar una carretera con dos carriles por ambos sentidos, más una mediana.

El forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Toledo valoró también una muestra obtenida del cabello de Abdelghani que revela un consumo crónico de cocaína, al menos durante el mes y medio previo por la longitud de la muestra.

vídeo del atraco. El postre de las pruebas consistió en el vídeo de 5 minutos del atraco en el estanco. Una cámara captó parcialmente la imagen y e l sonido del asalto. «Auxilio», gritó Eugenia tras verse atacada por los individuos. Las imágenes, que muestran solo la parte de la tienda y no el almacén donde retuvieron a la dueña, muestran a tres asaltantes. Ninguno es Abdelghani (nada se sabe de la identidad de los otros dos), que permaneció en el Seat León sustraído donde huyó después con el otro acusado, Juan Carlos, según la Fiscalía.

«Es el de azul», afirmó el fiscal sobre la figura de Juan Carlos en el vídeo, el que abordó a la dueña del estanco. La propietaria incurrió en alguna inexactitud en su testifical, tal y como demuestran las imágenes porque no llevaba las manos atadas tras la marcha de los asaltantes y porque la lesión del ojo no fue tan grave, según la doctora que la atendió.

Una testigo de la huida se negó a comparecer el miércoles y el jueves. «Es indignante lo de esta mujer», reprochó el fiscal.

EL FISCAL MANTIENE LA PETICIÓN DE 13 AÑOS DE CÁRCEL.

El fiscal manifestó ayer en las conclusiones que mantenía por completo el escrito de acusación por los delitos de robo con violencia e intimidación en establecimiento abierto al público en horas de apertura en concurso ideal con otro de detención ilegal, un delito leve de lesiones, otro de conducción temeraria, otro continuado de hurto, uno más de falsedad documental y un último por delito de atentado contra los guardias civiles con medio peligroso. En total, 13 años de prisión para cada uno como coautores. «En el caso de Juan Carlos, las pruebas son contundentes», señaló sobre el joven que fue interceptado finalmente por el suboficial que instruyó la investigación.

«El de conducción temeraria es de libro», indicó sobre los dos procesados por los 18 kilómetros por la A-42 y el desvío posterior a Parla. Además, considera que «embistió lateralmente» el coche de los guardias civiles.

Por su parte, las letradas defendieron la inocencia de ambos, por lo que piden la absolución. Sobre las pruebas aportadas, intentaron demoler la validez de todas.

La abogada de Abdelghani ha revocado la prueba pericial de telefonía de la Guardia Civil. Los agentes llegaron hasta su defendido al revisar los mensajes del móvil de Juan Carlos. Uno de sus contactos era un número de la esposa de Abdelghani. Al comprobar la fotografía de la reseña policial del individuo, los dos guardias civiles lo reconocieron como el huido en Parla.

Ambas abogadas reclamaron también dilaciones indebidas por los dos años y medio de instrucción transcurridos con sus clientes en prisión provisional. La de Abdelghani pide la atenuante por drogadicción.