El Instituto de Medicina Legal de Toledo publica anualmente la memoria del trabajo desempeñado, junto con las reivindicaciones para la eficacia del servicio. La última publicada por el Ministerio de Justicia corresponde al año 2020, aguijoneado por la pandemia de la Covid-19. El servicio de patología forense de la sección de Toledo atendió 276 autopsias en esos 12 meses, siguiendo una media más o menos equilibrada, excepto en abril en el que solo atendieron cuatro, en plena cresta de la Covid-19.

De estos 276 exámenes, 185 correspondieron a autopsias completas, tres a exámenes antropológicos y 88 a revisiones externas. El riesgo infecto-contagioso de la Covid-19 motivó 85 de los exámenes externos. Los otros tres se debieron a donación de órganos: dos por muerte natural y uno por suicidio.

El 57 por ciento de las autopsias concluyeron que el fallecido murió por causas naturales, y el 43 por ciento se debió a muertes violentas. De los 117 casos de este último tipo, la mitad (59) se debió a una etiología accidental, el 41,8 por ciento (49) a una causa suicida y el 7,7 por ciento (9) a homicidios.

Sobre los homicidios, las nueve autopsias practicadas revelan que hubo cuatro fallecidos por arma blanca, dos por arma de fuego, otros dos por asfixia mecánica y uno por traumatismo derivado de una agresión con fuerza corporal.

La memoria anual llama la atención sobre el alto porcentaje en 2020 de homicidios entre las muertes violentas atendidas en el Instituto de Medicina Legal de Toledo. Así, suponía casi el 8 por ciento del total, muy por encima del 1,5 de 2016 o el poco más del 3 por ciento de 2019. «Se evidencia un notable repunte», subraya.

Los accidentes de tráfico encabezan las muertes accidentales, con 30 casos: 25 por choques y 5 por atropellos. Se trataba de una distribución similar a la de años precedentes. Sí hubo un mayor aumento de las relacionadas con incendios o intoxicación con CO (5), así como de las precipitaciones accidentales (6).

Respecto a las muertes por etilogía suicida, la gran mayoría se debió a la asfixia mecánica (30),  seguida por arma blanca (5), precipitación (5), armas de fuego (4) o medicamentos (2). El porcentaje del 41,8 por ciento sobre el total de las muertes violentas resulta similar al 40 por ciento de 2018 y 2019.

Como curiosidad, por sexos, el mayor número de las 276 autopsias correspondió al masculino, con un 78,3 por ciento del total. Se trata de la tónica general en este servicio de patología forense.

Los 15 médicos forenses participaron en 231 levantamientos de cadáveres porque los 45 restantes no requirieron de la diligencia por proceder de hospitales o de accidentes de tráfico.