Por esta cámara pasó la vida

Pilar Cembrero
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La cámara Zeiss-Ikon modelo Ikonta se fabricó en los años veinte del pasado siglo para los aficionados a la fotografía y de ellas salieron muchas de las instantáneas históricas de la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil española

Por esta cámara pasó la vida

Cuando esta cámara Zeiss-Ikon modelo Ikonta salió al mercado el mundo vivía una época convulsa. En 1926 la inflación alcanzó tales cifras que varias pequeñas empresas de fotografía, óptica y química se unieron ante el temor de la quiebra para formar  la empresa Zeiss Ikon. Nombre que se debe a su creador Carl Zeiss y la palabra ikon (imagen en griego).  

Las fábricas de la empresa estuvieron distribuidas por toda Alemania estando su sede en Dresde. Al finalizar la II Guerra Mundial, Alemania quedó dividida y las ciudades de Dresde y Jena pasaron a estar en la zona de influencia soviética. La empresa Zeiss Ikon quedó entonces  fragmentada y su desarrollo empresarial fue muy diferente.

Esta Cámara Ikonta fue pensada para el aficionado a la fotografía. La empresa Zeiss Ikon, como otras muchas, decidió apostar por abaratar los costes para llegar a más público, sacaron de cada modelo versiones más o menos profesionales para abarcar un amplio abanico de clientes. Las familias, gracias a esta cámara, recogieron los momentos importantes de sus vidas para transformarlos, con el paso del tiempo, en recuerdos perdurables. Lo que vendría a ser fotoperiodismo de la vida de cada uno de los autores de esas fotografías.

Las características de esta cámara de fuelle Zeiss Ikon, modelo Ikonta fueron: obturador Derval, objetivo Novar Anastigmat de 13,5mm, diafragma de apertura [f 6,3]. Su tamaño fue de 18x13x8 cm., siendo portable. Cámara  de  formato medio  o también denominada de formato 120, con unas dimensiones de negativo en rollo 6x9 cm. Al producir un negativo de ese tamaño, que en muchos casos se positivaba por contacto directo, producía unas imágenes que la gente podía llevar en la cartera o colocar en los álbumes familiares. Las cámaras al ser más ligeras de peso eran llevadas a todas partes, gracias a ello tenemos constancia de muchos actos y eventos como la Exposición Universal de Paris de 1937, la cual fue visitada por mucha gente anónima que hicieron de fotógrafos aficionados y atesoraron esos recuerdos . El uso de este obturador Derval que figura en el catálogo  de Zeiss Ikon del año 1931 sitúa cronológicamente esta cámara en los años 30.

En esta primera mitad del siglo XX se sucedieron acciones bélicas y acontecimientos históricos que cambiaron el mundo: La Revolución de octubre ( rusa), la I Guerra Mundial, El Crac del 29, la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial, de la mano de estos acontecimientos nació del fotoperiodismo.  La cámara alemana de 35 mm Leica irrumpe en el primer cuarto del siglo XX, era pequeña, versátil y muy luminosa. Esta cámara cambiaría el mundo de la fotografía, acompañaría a los fotógrafos convirtiéndose en algo imprescindible para contar las noticias a través  de las imágenes que por si mismas ya lo eran. En todas y cada una de estas guerras los carteles, fotomontajes y collages se utilizaron como propaganda política y también formaron parte de las técnicas que utilizarían algunos movimientos de vanguardia de la primera mitad del siglo XX. 

 El Museo del Ejército conserva importantes modelos históricos de cámaras fotográficas de las marcas pioneras como Kodak, Zeiss, Gaumont y Voigtlander. La cámara que presentamos aquí se puede ver en la exposición temporal: Frente al Objetivo. Retratos de Estudio de la colección del Museo del Ejército. Se podrá visitar hasta principios del mes de septiembre.