Pocas veces un proyecto urbanístico ha suscitado tantos y tan rápidos rechazos en la ciudad, como el de la inmobiliaria Vistahermosa denominado 'Paseo verde de La Legua', nuevo Perim en este barrio de la ciudad. La propuesta pasa por la construcción de 98 viviendas en las actuales instalaciones de Monteverde, a cambio de ajardinar tres espacios verdes, crear dos zonas de aparcamiento y ceder una parcela rústica al Ayuntamiento. Según ha quedado patente en la comisión de Urbanismo donde se ha informado del inicio de la información pública, ha contado con algunas observaciones por parte del Ayuntamiento, y cuenta con el rechazo de los vecinos, tanto de la recién creada Asociación de La Legua, como de Río Chico. Eso ha llevado a la oposición en bloque a rechazar la propuesta y al Ayuntamiento a reconocer que estará muy atento a lo que tengan que decir los afectados durante esta información pública.

El hecho, apuntó el concejal de Urbanismo, José Pablo Sabrido, es que «no queremos que ninguna modificación de La Legua suponga ningún problema para el vecindario», por lo que cuando el Perim se comenzó a tramitar en verano, el Ayuntamiento pidió a Vistahermosa como principio la conformidad de los vecinos de La Legua y de los vecinos en general, así como de los socios de Monteverde. Y así parecía que era, a tenor del proyecto, que recoge un escrito favorable de la anterior presidenta vecinal, alguien «legitimado» para el Consistorio.

El problema es que, como ha puesto de manifiesto la oposición al unísono, hay nueva Junta Directiva de La Legua, que se reunió el pasado día 9 y se opuso «a toda modificación de calificación de usos dentro del barrio, considerando que se están permutando terrenos aislados en la zona más despoblada que supone el 50% del terreno del barrio, por parcelas en el eje de la Legua-Este donde ya existe una amplia aglomeración de viviendas con problemas de tráfico y alta densidad de edificación».

Instalaciones del Club Monteverde donde se harían las viviendas. - Foto: David PérezA su juicio, todo proyecto urbanístico que se desarrolle en el barrio deberá tener una evaluación detallada del impacto sobre impacto visual y sonoro sobre viviendas ya existentes y ocupadas;impacto sobre el tráfico; e impacto sobre el nivel de edificación en cada área concreta y no sobre el total del barrio. Al tiempo, los proyectos no deben implicar la tala de árboles ya antiguos, y en todo caso la tasa de reemplazo sería de 3 a 1 por árboles de similares características; no deben reducir plazas de aparcamiento en cada zona afectada; y no deben reducir las instalaciones deportivas públicas o privadas en el barrio. La Asociación advierte de que se personará para velar que los proyectos se ajusten a estas circunstancia en todo proyecto urbanístico y dará la bienvenida a todo proyecto inversor y urbanizador que se atenga a estos principios.

En términos similares se ha expresado la Asociación de Vecinos 'Río Chico'. Según explica su presidenta, Sheila García, «nosotros no estamos de acuerdo con este PERIM, porque en este barrio estamos perdiendo muchísima zona verde, no tenemos prácticamente nada, y aunque esto sea un club privado no estamos de acuerdo en que el Ayuntamiento conceda permisos para hacer más viviendas cuando lo que sobra en La Legua son viviendas; se están haciendo de una manera que no hay accesos todavía, ni salidas, y vamos a tener problemas de atascos». En definitiva, «en La Legua está habiendo muchísimos problemas con los accesos, los acerados y los aparcamientos, y hacer más viviendas supone tener más problemas». Ante esta circunstancia, la Asociación solicitó el pasado 26 de septiembre una reunión con la alcaldesa, Milagros Tolón, y con Urbanismo, para recibir información, «y a día de hoy, nadie nos ha contestado». También ha solicitado información a Vistahermosa.

Hay un gran revuelo en el barrio «y nadie nos ha consultado y nos han preguntado». García reitera el enfado vecinal, «porque el Ayuntamiento nos ha dejado de lado en todos los sentidos en todas las cosas que incluyen a La Legua, cuando llevamos representando a este barrio desde hace veinte años».

Escuchar a los vecinos. Ahora el PERIM está en información pública, apuntó Sabrido, «que es algo a lo que nadie se debe oponer, sino que hay que alegrarse». Será en este proceso donde los vecinos podrán actuar activamente «y su opinión será para nosotros muy muy importante». La idea sigue siendo que ningún proyecto en La Legua perjudique a los vecinos. El Ayuntamiento, explicó el edil, no sabe cómo toman las decisiones en el seno de las entidades vecinales, pero está en contacto con la Junta Directiva actual y tendrá en cuenta, «como sensibles fuimos con la anterior directiva, seremos con la nueva igual o más sensibles y vamos a estar también a lo que acordemos con ella». A su juicio, no es que se oponga a cualquier reforma en La Legua, sino que exige una serie de condicionantes «que el Ayuntamiento estará pendiente para que se cumplan», porque «nadie en su sano juicio puede pensar que este equipo de Gobierno tiene ningún interés en enfrentarse con los vecinos, ni de hacer ninguna modificación en ningún barrio, si no es en beneficio del mismo».

Si se hubiera votado, la oposición se habría opuesto al Perim de La Legua. Su principal argumento es la oposición vecinal, pero no el único.  Ángeles Ramos recordó desde Vox que su grupo ya presentó en 2020 un proyecto para uno de los parques recogidos, pero se denegó por la falta de unos informes que ahora tampoco están. Desde el PP, Pablo Corrales rechazó la supresión de infraestructuras deportivas y destacó que estas 98 viviendas tendrían salida a la calle Ruiseñor, saturada ya. Araceli de la Calle dijo desde Cs que el Perim agravaría los problemas de La Legua y llega en un momento «poco oportuno», antes de la tramitación del POM. «Beneficia a un constructor y perjudica a los vecinos», afirmó. En el mismo sentido, desde IU, Txema Fernández apuntó que el proyecto «va a condicionar el futuro POM» y entregar la zona este de la ciudad a Vistahermosa, a quien el Ayuntamiento pagará diez veces más por el cuidado de sus jardines.