El presidente provincial del PP, Carlos Velázquez, afirma que Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, tiene la oportunidad de demostrar «quién dice que es» obligando a los diputados nacionales de la región a votar en contra de la reforma del delito de sedición en el Congreso.

Asegura que  esta modificación legislativa  es una moneda de cambio para que el Gobierno nacional saque adelante unos malos presupuestos que además son perjudiciales para Castilla-La Mancha.

Dice que Pedro Sánchez solo está interesado en él mismo y pregunta si García-Page ha hecho el papel del 'señor X' ejerciendo de mediador con Puigdemont en su última visita a Bruselas y haciendo que lo socialistas de Castilla-La Mancha sean una sucursal de Sánchez.

Además subraya que los últimos datos del paro hacen que la región salga mal parada alcanzando los 144.500 parados, con una caída de los afiliados a la Seguridad Social de 6.342 personas y una disminución del 33% en el número de contratos. En este aspecto, asegura que Toledo es la provincia peor parada con un aumento de 752 parados en una región donde crece más la inflación, con salarios bajos, con una «altísima» presión fiscal. Todo esto hace pensar que no sea nada bueno el futuro de la región con un panorama «devastador».

Por lo tanto con los socialistas no existe esperanza de ir a mejor y por eso recuerda que en mayo hay elecciones y que el PP es la alternativa porque siempre trae «expectativas de ir a mejor».

Sobre el trasvase recuerda que Toledo bebe agua de Madrid y le parece un debate «absurdo y paleto», sobre el ATC indica que la región tiene dos centrales nucleares aprobadas por el PSOE cada una con su depósito de residuos radioactivos propio y en cuanto a las exhumaciones del Alcázar cree que son «una cortina de humo» para no hablar de lo que interesa a la gente.