El equipo de Gobierno municipal entregó ayer, «en aras a la transparencia», «todos los documentos relacionados con este suceso entre los que están los planes de seguridad, los permisos legales necesarios para el desarrollo del espectáculo pirotécnico, el plan de emergencia del mismo, los informes técnicos de diferentes servicios municipales y la propiedad de la isla, entre otros».

Se trata de un completo dosier de centenares de páginas con el que el Ayuntamiento ha querido poner encima de la mesa toda la información del suceso. Con todo, sorprende que el plan de seguridad incluido no sea el del mismo día que se originó el fuego (14 de agosto), sino el de la pólvora que estaba programada para el cierre de las fiestas el 21 del mismo mes.

No es un caso aislado, la solicitud del permiso para realizar los fuegos artificiales, realizada a la Subdelegación del Gobierno en Toledo, también es para el 21 de agosto.

Por último, el plan de emergencia presentado por el Ayuntamiento de Toledo para la realización de un espectáculo pirotécnico es también el del 21 de agosto. Aunque eso sí, se incluyen los justificantes de registro solicitando los dos citados espectáculos pirotécnicos.

Realmente, se trata de unos documentos que no tienen relevancia con el motivo del informe, ya que éste se centra en el incendio del 14 de agosto y, además, la pólvora de fin de fiestas prevista para el día 21 a la que hacen relación esos documentos nunca llegó a celebrarse, toda vez que el Ayuntamiento optó por su cancelación para evitar otros posibles incendios.

Que no llegaran a lanzarse esos fuegos puede tener gran parte de culpa un informe de Sanidad Ambiental del 18 de agosto en el que se alertaba de «riesgo» de incendio el 21 de agosto, toda vez que se iban a realizar en la misma zona y «se incrementaba la posibilidad de cualquier otro incidente al sextuplicarse la carga para ese espectáculo».