Las Mondas más allá de los carneros

Leticia G. Colao
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El XXXIV Facsímil de Mondas elaborado por el profesor Ángel Monterrubio valora el papel fundamental de animales como loscaballos o las mulas y la vinculación histórica de la familia Batres.

Las Mondas más allá de los carneros - Foto: L.T.

La ancestral fiesta de Las Mondas están íntimamente vinculadas a los carneros, los que cierran el Gran Cortejo y a los que se les permite el paso incluso a la Basílica a llevar su ofrenda a la Virgen del Prado. Pero aunque los más reconocidos como símbolo, no son los únicos que juegan un papel fundamental en la semana grande de Talavera.

El profesor Ángel Monterrubio ha analizado su importancia y el valor que su figura tiene en la celebración, y así lo ha recogido en el XXXIV Facsímil de Mondas, titulado 'Animales y rito festivo en Las Mondas: La familia Batres, pasión por la tradición', que ayer se presentó en el Teatro Victoria, acto en el que estuvo acompañado por la alcaldesa de Talavera, Tita García Élez, y el Mantenedor de Mondas, Ángel Ballesteros.

Monterrubio considera que el papel de los animales siempre está «devaluado» por poco estudiado o por destacar únicamente su papel utilitario, sin darle realmente la trascendencia o enjundia que tienen, la simbología que representan y el trabajo que esconden para que su función en la fiesta sea la mejor posible.

Más allá de los carneros, son claves en la fiesta desde tiempos inmemoriales los bueyes, las mulas, los toros o los caballos, y en este punto, la familia Batres, vinculada históricamente a las Mondas, tiene mucho que decir.

El profesor Monterrubio destaca en su texto que esta unión con la fiesta talaverana se inició hace 140 años, cuando la familia Batres, con José Batres Portillo a la cabeza, se trasladó a Talavera desde Añover de Tajo. «Desde entonces, ha estado muy ligada y de manera ininterrumpida a las Mondas, y además con sus animales, de manera altruista». Y no solo a las Mondas, también a otras celebraciones como SanIsidro o Santa Apolonia.

En las últimas décadas fue Antonio Batres Fernández, padre, el encargado de portar el leño florido el Domingo de Resurrección, cuando se inicia la fiesta talaverana. Lo hacía con sus mulas, por las que sentía «pasión» y sobre las que tenía un gran conocimiento y domaba como nadie, siendo conocido por ello en toda España.

Junto al padre, toda la familia está vinculada a Las Mondas. Tanto es así que su hijo, Antonio Batres Martín, es el mayordomo abanderado del Gran Cortejo desde el año 81, fecha en la que Pablo Tello recuperó una fiesta hasta entonces muy devaluada.

Lo hace con su caballo, llamando con la pica para que el alcalde o alcaldesa de la ciudad abran la Puerta Noble, cuelguen la bandera y den por iniciado el Cortejo. Así cada año desde el 81, más de cuatro décadas después, y también el próximo sábado, continuando la tradición. «Lleva muchísimos años siendo el que llama a la puerta, es el símbolo de la apertura de la fiesta, el momento inicial, es quien encabeza como mayordomo abanderado y el que también cierra en la Basílica».

El caballo presume además de un papel de poder, de valentía y de jerarquía. El trabajo de Batres es fundamental, también el de su caballo. Lo que no se ve, indica Monterrubio, es el trabajo de entrenamientos para que el animal soporte y realice su función en un recorrido marcado por la masiva afluencia de personas. «Se analiza cómo se le prepara, cómo se le arregla para ese día, que no se espante con el ruido...».

La hermana de Antonio Batres, María del Carmen Batres Martín, será además este viernes la pregonera de Mondas, reconociendo esa vinculación ya histórica con la ciudad y con sus fiestas más antiguas, mientras que el nieto de esta, José Antonio Plaza Garrido, ya salió de abanderado en la última Mondilla. «Hay relevo generacional», indica el autor del facsímil.

A las mulas y los caballos se unen los toros, no obstante las Mondas son reconocidas desde el siglo XVI como la 'fiesta de los toros'. Actualmente, este rito de Las Mondas han evolucionado y tienen poca vinculación con este animal, aunque en la historia tienen una labor esencial.

Los bueyes, del mismo modo, traían desde hace siglos la ofrenda de los pueblos, el leño florido, para Ceres primero y la Virgen delPrado después. En la mitología, se recoge que incluso se sacrificaban ante la diosa romana, «porque se dice que fertilizaban la tierra, y también les enseñó a enyugarlos para poder trabajar la tierra».

Por supuesto, el hablar de Mondas es hablar de Carneros, aunque queda claro que no son los únicos animales que dan forma a la fiesta.

Además de ser emblema y distintivo de la celebración, cierran el Cortejo y unen a Talavera más aún con Gamonal. Ya desde época romana, tuvieron un papel clave al ser el símbolo de la diosa Ceres, a la que se llevaban las ofrendas antes de que cristianizar la fiesta. «El carnero siempre va unido a las Mondas porque es el animal de Ceres ya desde la época romana, vaya suelto o uncido; el carrito con la Monda es más moderno», explica.