Juan Ignacio de Mesa

Barrio de Santo Tomé

Juan Ignacio de Mesa


Prioridad

07/11/2022

Quiero entender que vivimos en una sociedad libre, en la que no tenemos más limite a nuestra libertad, que el respeto a la libertad de los demás. Pero, por desgracia, veo que se está imponiendo un sistema de autocensura ante el miedo a no ser 'políticamente correcto'. Me refiero a que puedes meter la pata al opinar sobre determinadas cuestiones. Vaya por delante un ejemplo. El índice de natalidad en España ha descendido de un 2,86 en el año 1960 a un 1,23 en el año 2020. Como la esperanza de vida aumenta, tenemos una pirámide de población que se va estrechando en la base y aumentando en la cúspide. Vamos, que nos estamos convirtiendo en una sociedad de viejos, en la que, para complicar más las cosas, muchos jóvenes dependen de 'sus' viejos para poder sobrevivir. Cómo, además, las pensiones que cobran los 'viejos' dependen de lo que coticen los 'jóvenes' y el salario medio de estos no es cómo para tirar cohetes, la situación no tiene pinta de ir a mejor.
Bien, ante esto ¿no creen ustedes que estamos ante un asunto de vital importancia? La cuestión es quién, cómo y donde se plantea el debate al respecto. Y no digamos ya en qué términos se haga el citado debate. ¿Se plantea cómo aumentar el índice de natalidad? ¿se cuestiona el importe de las pensiones o el periodo de cotización para su cálculo? (y 2023 es año electoral, así que los partidos no están para dar malas noticias). Seguro que tendremos que conciliar la vida familiar y la vida laboral, que habrá que proteger a las madres durante el embarazo, el parto y la atención a los hijos. Habrá que tener un cuidado exquisito en qué se dice y cómo se dice. Pero me preocupa es leer que para un sector del Gobierno Lo que parece importa es qué tipo de terminología se debe utilizar. ¿El término 'madre' será el adecuado? ¿Habrá que hablar de persona gestante? ¿cómo se llamará el, que al menos por ahora, todavía se llama padre?
Ante este debate, seguiremos perdiendo meses y años antes de plantear el problema de fondo. Seremos más los viejos y habrá menos jóvenes. En 2050, Europa tendrá 20 millones menos de habitantes y su edad media será de 50 años.  Por mi edad, no creo que llegue a verlo, pero no me puedo permitir mantenerme indiferente.