Aitor Saraiba ha vuelto a adentrarse en el mundo mágico del esoterismo, la espiritualidad y los símbolos. Ya lo hizo con 'El Tarot de Luz' editado por Fournier, y ahora regresa con una serie de cartas donde presume de su característica estética y la magia que pone siempre en su obra.

 En Pagana oráculo, el talaverano recupera la parte de la mística europea, integrando mitos y naturaleza y fusionándolo con el mundo espiritual e invisible. Desde su forma de hacer, intimista, preciosista, plagada de espiritualidad y evocadora, nos presenta cartas en relación intrínseca con la naturaleza, con sus elementos: tierra, aire, agua y fuego, fusionándose a su vez con dioses, con las fases de la luna, con objetos significativos, con plantas, con símbolos… mágicas y en consonancia y respeto con el mundo esotérico.

 Cada una de las 40 cartas ofrece un engranaje poético, en el que símbolos y arquetipos presentan un puzle de respuestas diferente, según las preguntas que se proyecten al oráculo.

Es una muestra más de que la obra de Saraiba sigue sin tener límites, no se lo pone el polifacético artista y menos aún lo tienen sus creaciones.

Aitor Saraiba escribe, dibuja, hace cerámica y cose. En la última década sus exposiciones le han llevado alrededor de todo el mundo, de Los Ángeles a Tokio, pasando por Portugal, Italia, Reino Unido, el continente africano y tantas ciudades de España.

Es autor de novelas gráficas como El hijo del Legionario (Pepitas & Pimentel, 2011), Pajarillo (Ediciones de Ponent, 2012) y Nada más importa (Lunwerg, 2013), entre otras publicaciones como su poemario Sin ti soy yo (Lindo & Espinosa, 2015) o su libro de ejercicios Cómo ser valiente, justo, feliz y otras cosas en la vida (Lunwerg, 2016), y el homenaje a Roberto Bolaño y otros escritores de culto hecho a cuatro manos con Paula Bonet y titulado Por el olvido (Lunwerg, 2018).

Su última publicación es Manos de primavera (Montena, 2019), una antología, ilustrada por Saraiba, de poemas de Federico García Lorca.

En 2022 editó el Libro de la Crisálida, obra autobiográfica que resume su creación artística más reciente.

En su faceta de ceramista, inició en 2011 su colaboración con Centro Cerámico Talavera, produciendo más de medio centenar de piezas en las que siempre se utiliza la técnica tradicional de la cerámica talaverana, reconocida como  Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

La obra de Saraiba se ha expuesto en las más diferentes galerías españolas y ha participado en proyectos artísticos para museos e instituciones culturales. Actualmente trabaja en su tesis doctoral sobre artistas femeninas mediums nacidas en el siglo XIX y principios del XX, y forma parte de Sintonía Radiante, proyecto de investigación sobre las interferencias entre arte, magia y ciencia, en Matadero Madrid.